Los espectaculares arrecifes coralinos dan fe de la salud del mar, pero afrontan ahora múltiples amenazas. El aumento de la temperatura del agua, la contaminación, el desarrollo costero y la pesca con explosivos los están matando en todo el mundo.
RICOS ECOSISTEMAS
Sólo el 0,2% de los océanos está ocupado por arrecifes de coral, pero acoge a los más ricos ecosistemas marinos. Por ejemplo, un arrecife de coral del Indopacífico puede reunir más de 700 especies de coral y dar refugio y alimento a más de 2.000 tipos de peces. Hoy día, en todo el mundo, pero especialmente en los trópicos, los arrecifes están en peligro debido a las actividades humanas, que amenazan no sólo a los corales, sino también a una sorprendente diversidad de otros organismos marinos.
«Coral» es un nombre común aplicable a las más de 3.000 especies del filo Cnidaria, un grupo muy importante de animales invertebrados. La mayoría de los corales tienen esqueleto calcáreo, que sirve de soporte a los diminutos animales vivos, o pólipos. La acumulación de los corales forma los arrecifes.
ARRECIFES DAÑADOS
En las cálidas y someras aguas tropicales, los pólipos de coral desarrollan relaciones simbióticas (mutuamente beneficiosas) con diminutas algas, denominadas zooxantelas, que viven dentro de sus tejidos y le suministran los nutrientes esenciales. Sin embargo, esta relación es delicada, y en situaciones de estrés, pólipos y algas se separan, el coral muere y se produce el denominado blanqueo.
Los casos de blanqueo del coral se han incrementado en todo el mundo desde 1970. Las peores epidemias, como las de la Gran Barrena de Arrecifes en 1998 y 2002, pueden destruir miles de kilómetros de coral.
Los corales pueden estresarse por varios factores, incluidas enfermedades y la excesiva temperatura del agua. Los arrecifes requieren unas condiciones específicas. Un aumento de la temperatura del agua de 1 a 2o C durante 5 a 10 semanas, puede acabar con un arrecife tropical.
El aumento de la radiación ultravioleta debido a la desaparición de la capa de ozono y el calentamiento global, que eleva la temperatura del mar, parece estar conduciendo en realidad a la muerte a los arrecifes, que ya se encuentran en su límite superior de tolerancia.
Otra importante causa de estrés es la expansión urbana. El desarrollo en la zona costera incrementa la erosión, aumentando los sedimentos que reducen la transparencia del agua. Las aguas residuales y otros desechos aportan nutrientes (un proceso denominado eutrofización) que modifican el equilibrio ecológico de los arrecifes; por ejemplo, permite el aumento de animales como las esponjas en detrimento de los corales.
COMERCIO PERJUDICIAL
Más del 90% de los arrecifes coralinos se han visto afectados por actividades humanas de uno u otro tipo. La pesca con dinamita es especialmente destructiva y ampliamente utilizada, sobre todo en Filipinas, para recoger coral vendido como recuerdo a los turistas. Las tiendas compran el género a grandes recolectores, que explotan las mayores colonias de coral en óptimas condiciones porque son más rentables.
La utilización del coral no es nueva, se ha utilizado como joya o material de talla durante miles de años, ya que se creía que el coral también podía detener las hemorragias, curar la demencia, apaciguar tormentas y ofrecer protección contra los conjuros.
Lo que ha cambiado, hoy día, es la escala en el comercio del coral. Los corales rosa y rojo, muy valorados en joyería y medicina homeopática, perdieron dos tercios de su población en el mar Mediterráneo entre 1990 y 2005.
PLAGA DE ESTRELLAS DE MAR
Las estrellas de mar corona de espinas son predadores de corales y uno de los pocos animales que se pueden comer los tejidos de los corales vivos. Normalmente no perjudican a los arrecifes, pero un gran número de ellas comiendo coral, pueden causar importantes daños.
Periódicamente, las estrellas de mar corona de espinas se congregan en los arrecifes formando enormes poblaciones que devoran el coral a su paso. Es posible que estas plagas se deban a la interferencia humana.
Recientemente se ha constatado una sobreabundancia de estrellas de mar en el Pacífico. Puede tratarse de un fenómeno natural, pero también es posible que se deba al crecimiento de las algas debido a la contaminación, que ofrece gran cantidad de alimento a las larvas de estos animales. Otra hipótesis es que hayamos reducido inadvertidamente la población de algunos de sus predadores.
TURISMO
Bucear entre los arrecifes de coral es una emocionante experiencia que disfrutan millones de personas cada año, pero este pasatiempo pone a prueba tan frágil hábitat. Los barcos anclan junto a los arrecifes, los principiantes golpean contra el coral o se paran sobre él para tomar fotografías, y muchos se llevan un recuerdo.
En algunos lugares, la gran cantidad de visitantes, perturba a peces y tortugas, y los grandes centros de vacaciones causan graves daños. En la actualidad se están creando pequeños hoteles con su propio arrecife protegido.
DESOVE SINCRONIZADO
La mayoría de los corales se reproducen a la vez, liberando grandes cantidades de huevos flotantes y esperma. La presencia de contaminante como aceite u otros tóxicos, puede afectar a la reproducción del coral en una extensa área.
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