En la Selva

Vampiro Común

REINO
Animalia
familia
Phyllostomidae
FILO
Chordata
subfamilia
Desmodontinae
clase
Mammalia
género
Desmodus
ORDEN
Chiroptera
especie
D. rotundus
suborden
Microchiroptera
NOMBRE BINOMIAL
Desmodus rotundus
superfamilia
Noctilionoidea
   
       

Los murciélagos son los únicos mamíferos que poseen alas verdaderas, que pueden batir y les permiten volar (al contrario de los lémures voladores, por ejemplo, que sólo planean). Su membrana  alar (patagio), que es una extensión de la piel del lomo y el vientre, proporciona un alto grado de maniobrabilidad durante el vuelo.

Las alas están formadas por una capa doble de piel que se extiende entre los costados del cuerpo y los 4 dedos alargados de cada mano; entre estas dos capas corren los vasos sanguíneos y nervios. Para que los brazos puedan ser usados como alas, se necesita soporte adicional, que se obtiene por medio de una columna vertebral fusionada, costillas planas y una clavícula fuerte. El esternón (hueso del pecho) tiene un saliente central al que se adosan los músculos grandes que se emplean en el aleteo descendente.

El murciélago  vampiro común se encuentra desde México hasta Argentina y Chile. Se puede encontrar tanto en las partes áridas como húmedas de los trópicos y subtrópicos. Se extiende hasta zonas de 2.400 metros de altitud, nunca donde se dan temperaturas por debajo de los 10 grados.

Normalmente viven en colonias que van desde los 20 a los 100 individuos, aunque se han reportado colonias mucho mayores, de hasta 5.000 ejemplares. De hábitos nocturnos, durante el día se refugian en cuevas moderadamente iluminadas con fisuras profundas y también en huecos de árboles. Dichos lugares deben proporcionar descanso y ofrecer protección contra los depredadores, el calor del sol, las bajas temperaturas del invierno y la lluvia. La razón por la que se reúnen en números tan grandes no está completamente clara; sin embargo, se ha observado que al final de la hibernación, los ejemplares que viven en colonias, por lo general pesan más que las especies solitarias.

Se pueden encontrar también en antiguos pozos de minas y edificios abandonados. Los dormideros a menudo están impregnados de un fuerte olor a amoniaco, debido a la sangre digerida, que se ha ido acumulando en grietas y suelo.

Tienen el pelaje marrón-grisáceo, que es más claro en la parte ventral. El hocico es compacto y está hinchado, y las orejas son puntiagudas. En promedio tienen una envergadura de 350-400 mm, y la cabeza y la longitud del cuerpo es generalmente de 70-90 mm. El murciélago vampiro común no tiene cola, y la membrana entre las patas traseras, denominada «patagio», se reduce. Las hembras son generalmente más grandes que los machos.

El cráneo es grande y la tribuna se reduce para dar cabida a grandes y afilados incisivos y caninos. Poseen dos ranuras laterales en la lengua, que se expanden y se contraen. Tienen un agudo sentido del olfato y ojos grandes.

El pulgar es largo y bien desarrollado en forma de garra en el punto donde se unen los dedos, las patas traseras son fuertes.

Si bien los ojos de los vampiros se encuentran bien desarrollados, la audición y el olfato son más importantes que la vista. Posee una gran hoja nasal, que ayuda a la ecolocación. La función del trago (un lóbulo en la parte delantera de la oreja) no es clara, aunque es probable que mejore dicha función.

Es hematófago, por lo que se alimenta exclusivamente de sangre de vertebrados. Ataca al ganado y a ungulados salvajes, muy raramente a los perros y al hombre. Se ha observado que se alimenta también de la sangre de gallinas. Su dentadura comprende 24 piezas, los dos incisivos le sirven para abrir superficialmente la piel de su fuente de alimento. El vampiro se limita a lamer la pequeña herida que hace con sus dientes, para extraer la sangre que no deja de brotar, debido a que su saliva posee un anticoagulante. La sangre consumida por este vampiro rara vez daña al animal afectado, pues suele tomar unos 25 ml en media hora, si bien es cierto que acostumbra acudir cada noche a alimentarse de la misma víctima, lo que puede conducir a la muerte del ganado. Si transcurren 48 horas sin alimento, el vampiro muere de inanición. Comparte habitualmente el alimento, mediante la regurgitación de sangre, con otros compañeros incapaces de conseguirlo. Como la cantidad de sangre que extrae el vampiro es pequeña, el mayor peligro inmediato se encuentra en la posibilidad de que transmita los gérmenes de la rabia. También puede generar enfermedades como la fiebre murina y la enfermedad de Chagas, entre otras, que producen en ocasiones graves daños al ganado.

Localizan a su presa por ecolocación. Cuando se emplea este sistema de navegación durante el vuelo, esta especie se convierte en un cazador formidable. Los sonidos («clicks») son producidos en la laringe, emitidos a través de la nariz o boca y dirigidos mediante la hoja nasal. Una vez que la señal acústica se refleja en un objeto, el eco que retorna es capturado por las orejas sensibles del murciélago, y el tiempo que tarda en recibir el eco, revela el tamaño y ubicación de lo que se halla en su camino. A medida que se aproxima a la presa, el tiempo entre los clicks disminuye, ayudando al murciélago a identificar su objetivo con precisión.

Los murciélagos se perchan (se posan boca abajo) por 3 razones principales:

1.- En su pata poseen una uña curva, que es la que sirve para perchar, no es incómodo para ellos, puesto que tienen un metabolismo muy rápido y no se marean. Cuando duermen no se caen por razón de esa misma uña curva, que compensa unas pequeñas patas que no les permiten permanecer de pie.

2.- Sus alas le sirven para cubrirse, y si tienen cría las cubren con ellas.

3.- Por supervivencia ante sus predadores. Es más fácil dejarse caer y volar, que tomar impulso y volar, cuando un animal los acecha. Si se durmieran acostados, un predador llegaría a ellos rápidamente y los devoraría.

A pesar de tener muy pocos depredadores naturales, la población de murciélagos ha descendido en los últimos años. En general, la causa principal es la pérdida de hábitats adecuados, como la destrucción de bosques, así como la restauración de edificios antiguos donde suelen guarecerse. Los murciélagos se encuentran actualmente protegidos por la ley en toda Europa y en algunas partes de América del norte, aun cuando en muchos países del mundo no gozan por el momento de ningún tipo de protección.

 

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