Perros de Raza

Groenlandés

TAMAÑO
30-32 kg
56-64 cm
ACICALAMIENTO
Normal
ADIESTRAMIENTO
Largo
COLORES
Todos los colores
       

Los registros históricos de los esquimales, grabados en roca o hueso, revelan que los perros han sido utilizados como animales de tiro en trineo desde el pasado más remoto. En el siglo XVI, los buscadores de oro en Groenlandia y los navegantes del Ártico, se interesaron por el uso de las razas árticas, de aspecto lupino. Perteneciente a la familia de los spitz polares, el  GROENLANDÉS no ha gozado de la popularidad de algunos de sus parientes como el siberian husky y el alaskan malamute, aunque soporte las condiciones climáticas más frías de Groenlandia. Se trata de un perro muy resistente, criado para la dura labor de tirar de trineos; es reservado con los extraños e increíblemente austero.

El groenlandés es un clásico spitz polar, muy fuerte y capaz de soportar el duro trabajo de los perros de trineo en los climas árticos.

El cráneo es ancho y forma una suave cúpula; el stop pronunciado pero no brusco; el hocico fuerte, en forma de cuña, ancho en la base y más afilado en la trufa. Los ojos son oscuros, aunque también pueden ser del mismo color que el manto. Las orejas son pequeñas, triangulares, con las puntas redondeadas y el porte erguido. El tronco es fuerte y musculoso. Las extremidades son rectas, la cola es gruesa y bastante corta, con el nacimiento alto y enrollada sobre el lomo.

El manto de pelo es doble, con subpelo tupido y suave, y pelo de cobertura compacto, liso y áspero; en la cabeza y en las patas es corto, más largo en el tronco y en la cola. Están aceptados todos los colores, sólidos o no, excepto los albinos.

La alzada de los machos es de 60 cm. y la de las hembras de 55 cm.

Groenlandia fue la última etapa recorrida por los pueblos mongólicos hacia el noreste. Allí se quedaron los perros de tiro de trineos que acompañaban a los nómadas y se mantuvieron en estado puro, aislados del resto del mundo, desempeñando las más diversas funciones, desde el arrastre a la guarda, pasando por la caza del oso.

El groenlandés posee el carácter altivo e independiente típico de los perros nórdicos. En familia es afectuoso, pero nunca demasiado dócil. Ha sido y sigue siendo un perro para tiro de trineos. Puede hacer la guarda, pero como todos los perros nórdicos, nunca se comporta con agresividad ni muerde al hombre.

Al mantener durante siglos su forma primitiva, este perro representa el ideal de las personas aficionadas a los perros naturales y poco manipulados por el hombre. Sin embargo, es muy independiente y difícil de adiestrar.

Es un trabajador incansable. Le encanta el trineo y es capaz de cubrir kilómetros y kilómetros sin detenerse. Es un perro robustísimo que no enferma prácticamente nunca.

De origen similar al de otras razas nórdicas, parece admitirse en estos perros una fuerte proporción de sangre de lobo ártico, que ha ido puliéndose en cruces con otros canes de trineo hasta tomar su actual configuración en la isla de Groenlandia.

Difícilmente rebasa los nueve-diez años de vida.

Propio de climas fríos, debe vivir a la intemperie, incluso durante inviernos crudos. No le resulta fácil habituarse a las «comodidades ciudadanas». Soporta mal los climas templados y sólo puede adaptarse a vivir en zonas continentales de alta montaña o en sus lares de procedencia, las altitudes polares.

El groenlandés es sumamente frugal, está habituado a consumir pescado helado, pero también acepta carne y otros componentes clásicos de la dieta canina.

Muy cariñoso, inteligente y adaptable a la rígida jerarquización de la jauría «de tiro», puede convertirse en excepcional amigo del hombre, llegando al sacrificio de su vida con tal de complacer a su dueño. Puede ser feroz con otros perros, ya que está preparado para mantener terribles luchas para ostentar la jefatura de su jauría.

Limpieza de la capa, aire libre y ambientes fríos, son los requisitos imprescindibles para el groenlandés. Sometido a trabajo, deberá cuidarse la dieta y el estado de los pies, que serán untados con grasa o sebo.

Austeros, sobrios y enormemente resistentes, pueden enfermar por una sobrealimentación o en países templados, presentan unas afecciones dérmicas imputables a inadaptación climática.

Puede vivir sin problemas con la familia, siempre que disponga de espacio suficiente para correr y liberar su energía.

OBSERVACIONES Y CONSEJOS

No es un perro fácil de controlar. Antes de adquirir un ejemplar, hay que estar seguro de que realmente se quiere un groenlandés, con sus virtudes y sus defectos. Por tanto, es necesario documentarse a fondo sobre la raza.

Su carácter es poco dócil, muy difícil de educar para aceptar la primacía de su amo sobre él.

 

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