Perros de Raza

Bearded Collie

El  BEARDED COLLIE se empezó a utilizar como perro pastor de ovejas y de ganado vacuno. Debido a su gran resistencia y fidelidad, era el perro ideal para conducir a las reses a través de los terrenos ásperos. En la actualidad sigue ejerciendo ese trabajo, pero también es un excelente perro de compañía, que destaca, sobre todo, en torneos de agility  y obediencia.

Se especula que el bearded collie podría tener sus orígenes en la Europa central, y que fuese un descendiente del nizinny, una raza polaca. En el siglo XVI, los polacos mantenían relaciones frecuentes con Escocia, y en uno de sus trueques el nizinny se introdujo en la isla. El cruce del nuevo perro con perros pastor autóctonos, terminó de definir el que hoy conocemos como bearded collie.

El bearded collie es un perro «barbudo», tal como indica su nombre, muy activo, de cuerpo largo pero no pesado, muy sólido, que tiene una gran vivacidad y soltura de movimientos.

La cabeza es ancha, el cráneo plano, el hocico de igual longitud que el cráneo, la trufa grande y cuadrada. Los ojos son grandes y brillantes. Las orejas caídas y de longitud mediana. Las extremidades han de estar en perfecto aplomo. La cola, moderadamente larga, tiene un porte alegre cuando el perro está excitado, pero nunca por encima del lomo.

El subpelo es espeso y suave como una pelliza. El pelo de cobertura es plano, semilargo y áspero, y no debe formar mechones, sino sólo una ligera ondulación.

El color debe ser gris, leonado rojizo, negro, marrón o arena, con o sin las típicas manchas blancas del collie.

La talla en los machos es de 53 a 56 cm., y de 51 a 53 cm. en las hembras.

El collie procede de Gran Bretaña. Como todos los collies es un perro muy antiguo, obtenido probablemente del cruce entre el bobtail y la forma primitiva del collie. No se tiene información fiable a cerca de sus orígenes más remotos. La primera documentación escrita data del siglo XVI, pero parece ser que ya existía en la época de la invasión romana de las islas británicas.

Podría ser un magnífico perro de pastor, porque tiene las cualidades necesarias –es un animal sobrio, fuerte y tiene un carácter decidido y seguro-, pero en pocas ocasiones puede demostrar aptitudes naturales con los rebaños. En la actualidad es casi exclusivamente un perro de compañía y de exposición. En este ámbito también sabe hacerse apreciar por sus virtudes: es muy fiel a las personas de la familia y muy reservado con los extraños, característica que le convierte en un buen perro guardián.

Le gustan los niños. Como buen pastor que es, tiende siempre a reunirlos a todos y a tenerlos bajo control.

El bearded collie es un perro seguro de su encanto, que sabe utilizar muy bien cuando quiere que le perdonen por cualquier travesura que haya hecho. Es afectuoso, tranquilo, divertido e inteligente ante todo. Desde cachorro sabe ser limpio y se muestra muy receptivo cuando se trata de aprender. Se debe evitar que adquiera malas maneras, ya que como tiene muy buena memoria, después le costaría entender por qué tiene que corregirlas.

No está hecho para ser un perro guardián, no se muestra agresivo con los extraños. Es un ideal perro de compañía que busca la amistad de su dueño.

Las orejas deben inspeccionarse y lavarse con regularidad para evitar el riesgo de posibles otitis.

En los reproductores ha de controlarse la displasia de cadera.

Tratándose de un pastor, prefiere vivir al aire libre, aunque puede adaptarse a vivir en un piso, con la condición de que pueda correr y desahogarse a diario en el campo.

OBSERVACIONES Y CONSEJOS

No está muy difundido en nuestro país, pero los criaderos producen ejemplares de gran calidad. Si se desea un cachorro hay que efectuar la reserva a tiempo.

Es una raza que necesita trabajar y sentirse útil, por lo que es aconsejable el adiestramiento. No es una raza difícil, pero puede resultar bastante testarudo si no está convencido de la utilidad de lo que se le exige.