REINO |
Animalia |
familia |
Emydidae |
FILO |
Chordata |
género |
Trachemys |
CLASE |
Sauropsida |
especie |
T. scripta |
subclase |
Anapsida |
subespecie |
T. s. elegans |
orden |
Testudines |
nombre binomial |
Trachemys scripta elegans |
La tortuga de orejas rojas o galápago de Florida es originaria del área que rodea al río Misisipi, llegando hasta el golfo de México. Se desarrollan en climas cálidos, particularmente en el cuadrante sudeste de los Estados Unidos. Tal área comprende desde el sureste de Colorado hasta Virginia y Florida, aunque en la actualidad se encuentra en muchas otras partes del mundo gracias a su exitoso comercio como mascota.
El caparazón de esta especie puede alcanzar hasta los 30 cm de longitud; se han encontrado ejemplares de más de 40 cm, pero el tamaño promedio es de 12-20 cm. Las hembras suelen ser un poco más grandes que los machos. Llegan a vivir entre 20 y 30 años, algunos ejemplares han llegado incluso a los 40. La esperanza de vida en cautiverio es más corta, y la calidad del hábitat ejercerá influencia sobre la longevidad del animal.
Como todos los reptiles, son animales de sangre fría (poiquilotermos), por lo que no pueden controlar por sí solos la temperatura de su cuerpo, así que dependen por completo de la temperatura del ambiente. Es por esto que necesitan tomar continuamente baños de sol, para calentarse y mantener su temperatura interna. Si no logran mantenerse por encima de un umbral mínimo de temperatura, es posible que no puedan realizar su digestión y defecación con normalidad.
Su caparazón se compone de dos secciones: la superior, conocida como caparazón dorsal, y la inferior, también llamada caparazón ventral. En la superior se encuentra un escudo vertebral, que es la parte central del mismo, y generalmente está un poco más elevado; un escudo costal, que se encuentra a ambos lados del escudo vertebral, está conformado por varias placas óseas y es la parte principal del caparazón; y un escudo marginal, que es el borde del caparazón y rodea completamente al escudo costal. La parte inferior es llamada plastrón o pecho, y cubre toda la parte baja de la tortuga. El caparazón puede ser de diferentes colores. En las tortugas más jóvenes o recién nacidas, es de color verde hoja, y conforme van creciendo, se oscurece un poco hasta tornarse de un verde muy oscuro, para más tarde adquirir una tonalidad entre marrón y oliva. El plastrón siempre es de color amarillo claro. Todo el escudo está cubierto con rayas y manchas que en la naturaleza le ayudan a camuflarse mejor.
Cuenta además con un sistema óseo complejo, con cuatro miembros semipalmeados que le ayudan a nadar y que pueden salir del caparazón o retraerse en él, al igual que la cola. Su cabeza, de la misma forma, puede introducirse completamente dentro del caparazón. El nombre de esta especie, tortuga de orejas rojas, se debe a las dos manchas de color rojo ladrillo presentes en la parte posterior de sus ojos, en la posición donde se encontrarían las orejas, aunque estas manchas se van decolorando con el paso del tiempo. Algunos individuos también pueden tener una pequeña mancha de este color en la parte superior de la cabeza. En realidad esta especie de tortuga carece de orejas, para la audición cuenta con unas membranas timpánicas.
Los principales órganos internos del animal son los pulmones, el corazón, el estómago, el hígado, el intestino y la vejiga, además de la cloaca y de la cola, que son órganos externos muy importantes, en el caso de la cola, porque junto con las patas, le sirve de timón mientras se desplaza por el agua.
Cuando son jóvenes, estas tortugas son prácticamente iguales, independientemente de su sexo, por lo que es casi imposible determinarlo. Cuando alcanzan la edad adulta (en el caso de los machos cuando su caparazón mide unos 10 cm, y en el de las hembras cuando mide unos 15), es mucho más fácil distinguir el género. Normalmente el macho es más pequeño que la hembra, aunque este parámetro en ocasiones es difícil de aplicar, ya que se podrían estar comparando individuos de diferentes edades. Los machos tienen las uñas de las patas delanteras mucho más largas que las de las hembras, lo que le ayuda a sujetarse mejor a ella durante el apareamiento, y sirven durante la danza del cortejo. La cola del macho también es más gruesa y larga, y la cloaca, que se encuentra en la cola, está más alejada del cuerpo. La parte inferior del caparazón o plastrón del macho está ligeramente curvado hacia adentro, es decir, es cóncavo, mientras que el de la hembra es totalmente plano. Esto también ayuda al macho durante el apareamiento, pues le proporciona una mejor adaptación al caparazón de la hembra. También se dice que los machos tienen las manchas rojas más grandes y de un color más brillante. La apariencia de las hembras es prácticamente la misma durante toda su vida.
Tanto macho como hembra alcanzan la madurez sexual a los 5-6 años de edad, pero si se crían en cautiverio, no hibernan y se alimentan abundantemente, crecen con mayor rapidez que en la naturaleza, y por lo tanto, maduran antes.
Son casi por completo acuáticas. Habitan naturalmente en zonas con algún curso de agua tranquila y templada. Estas zonas acuáticas pueden ser estanques, lagos, pantanos, riachuelos, arroyos o ríos con corrientes lentas. El área donde habitan es por lo general tranquila, con alguna sección donde poder salir del agua a descansar, como algunas rocas grandes o troncos, donde se colocan para recibir buenas cantidades de rayos de sol. Se observan a menudo en grandes grupos, principalmente a causa de su congregación en un número limitado de lugares para el calentamiento. Es frecuente que varios individuos se coloquen juntos para tomar el sol, incluso unos encima de otros. Deben tener cerca abundante vegetación acuática, que es el componente principal de la dieta de los ejemplares adultos. Las tortugas salvajes siempre se mantendrán próximas a la fuente de agua donde habitan, a menos que estén buscando una nueva o, en el caso de las hembras, que tengan que poner sus huevos en la temporada de reproducción.
Los ejemplares jóvenes tienden a ser más carnívoros que los adultos; su dieta se compone en un 70% de alimentos de origen animal, frente a un 30% de alimentos de origen vegetal. Los adultos se alimentan hasta un 90% de materia vegetal y únicamente el 10% de materia animal. Los alimentos de origen animal incluyen insectos acuáticos, renacuajos, caracoles, langostas, peces, crustáceos y moluscos. Los alimentos de origen vegetal consisten en plantas como la punta de flecha, lirios, jacintos de agua, malezas y pasto. Se alimentan bajo el agua, generalmente por la mañana temprano o al atardecer.
Durante la noche duermen en un medio subacuático, generalmente descansan en el fondo o flotando en la superficie del agua, utilizando su garganta inflada como un soporte durante la flotación.
Se comunican entre sí mediante el tacto y las vibraciones. También gozan de un buen sentido de la visión.
Estos reptiles son excelentes nadadores. Durante el día buscan presas e intentan capturarlas. Suelen estar alerta de los depredadores y del hombre, de quienes generalmente se asustan y huyen. Suelen lanzarse frenéticamente desde las rocas o desde donde se encuentren descansando si alguien potencialmente peligroso se acerca a ellas.
Las tortugas de orejas rojas pueden hibernar en el fondo de estanques o lagos poco profundos durante los meses de invierno. Con el frío entran en un estado de sopor denominado «hibernación», durante el cual dejan de comer y defecar, prácticamente no se mueven y su frecuencia de respiración se reduce.
El cortejo y las actividades que conlleva el apareamiento ocurren entre marzo y julio, y se llevan a cabo bajo el agua. Durante el cortejo, el macho nada alrededor de la hembra y comienza a sacudir o batir sus extremidades delanteras frente a la cara de la hembra, aparentemente tratando de acariciarla. La hembra continuará nadando hacia el macho, y si acepta su proposición, se iniciará el apareamiento. Si no acepta, puede hasta comenzar una pelea con el macho. El cortejo puede durar no más de 45 minutos, pero el apareamiento en sí, normalmente dura 3 horas.
En ocasiones puede parecer que un macho está cortejando a otro, lo cual en realidad es un signo de predominio, que puede terminar en lucha. Las tortugas jóvenes pueden llevar a cabo la danza de cortejo, pero hasta que no cumplen los 5 años son sexualmente inmaduras, y son, por tanto, incapaces de aparearse.
Tras el apareamiento la hembra pasará más tiempo tomando el sol, con el fin de mantener los huevos calientes. Puede presentar un cambio de dieta, comiendo únicamente ciertos alimentos, o no comiendo tanto como haría en condiciones normales. El periodo de gestación promedio es de dos meses, pero si la hembra no encuentra un lugar adecuado para colocar sus huevos, puede durar más. Una hembra puede poner de 2 a 20 huevos. Además puede producir varias puestas en una misma temporada de apareamiento. Dependiendo de varios factores, cada puesta se distanciará de dos a cuatro semanas de las otras. Durante las dos últimas semanas de gestación, la hembra pasará menos tiempo en el agua, olfateando y escarbando en la tierra. Esto indica que está buscando un lugar apropiado. Para construir el nido, con sus patas traseras excavará cuidadosamente un hoyo donde depositará los huevos.
Los huevos tienen una textura un tanto rugosa, y eclosionan a los 80-85 días de haber sido enterrados. Las crías romperán el cascarón con el diente de huevo, que se cae una hora después de haber nacido y nunca vuelve a crecer. Si la pequeña tortuga no se siente segura, permanecerá dentro del cascarón después de abrirlo por uno o dos días más. Si son forzadas a salir del cascarón antes de que estén listas, regresarán a él si les es posible. Una vez que nacen, cesan los cuidados parentales. La temperatura de incubación determina el sexo: de 22 a 27 grados nacen machos, a temperaturas superiores, generalmente nacen hembras.
Los huevos y las crías son presa de los mapaches, zorrillos, tlacuaches, zorros y otros depredadores. Están relativamente a salvo de la mayoría de los depredadores una vez que alcanzan el tamaño adulto y mientras permanecen en el agua. Grandes peces predadores parecen encontrar las crías difíciles de apresar, por lo que tienen a ignorarlas.
Cuando se siente acosada, la tortuga de orejas rojas puede tratar de morder y arañar, pero la mayoría opta por esconder la cabeza y las piernas en el caparazón para protegerse.
Las poblaciones nativas de esta especie están disminuyendo debido a la destrucción del hábitat y la contaminación, así como al exceso de captura. El comercio como mascotas y el posterior abandono de ejemplares por parte de sus dueños, ha expandido esta especie y se considera invasora fuera de su área de distribución natural. Causa impactos negativos en los ecosistemas que ocupa, principalmente por su voracidad y su carácter omnívoro, que la convierten en depredador de numerosas especies de invertebrados, pequeños vertebrados y plantas acuáticas. También causan desastres debido a su capacidad de transmitir enfermedades a otras especies de galápagos. Han sido encontrados en California, Francia, Sudáfrica, Bahrein, Japón, Corea del Sur, Guam, y Tailandia.
La principal amenaza para estas tortugas es el hombre. No sólo son explotadas como animal doméstico y en el comercio de alimentos, sino que además sus huevos se utilizan como carnada. A menudo mueren en las carreteras víctimas de atropellos, y en ocasiones son perseguidas por los pescadores, que erróneamente creen que estas tortugas se comen el pescado.
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