En los Ríos, Lagos y Pantanos

Castor Euroasiático

REINO
Animalia
FAMILIA
Castoridae
FILO
Chordata
GÉNERO
Castor
CLASE
Mammalia
ESPECIE
C. fiber
ORDEN
Rodentia
nombre binomial
Castor fiber
subORDEN
Castorimorpha
   
       

El  castor euroasiático es el roedor más grande de Eurasia y América del Norte.

Los castores están adaptados para llevar una vida semiacuática, utilizando gran variedad de sistemas de agua dulce (ríos, arroyos, lagos y pantanos), riberas de las aguas estancadas o de corriente lenta, densamente cubiertas de vegetación baja.

Hubo una época en la que el castor habitaba la mayor parte de la Eurasia templada, desde las Islas Británicas hasta la costa oriental de la Federación de Rusia. Hoy en día sólo lo es en algunas regiones de la ex URSS. En Europa, los últimos individuos pueblan el delta del Ródano, la península Escandinava, Alemania, Polonia y la ex URSS. En los demás lugares ha sido exterminado por el hombre a causa de su piel, su carne suculenta (considerada en la Edad Media como un alimento de Cuaresma) y su glándula almizcleña anal, cuya secreción, el castóreo, era considerada medicinal.

El castor europeo desapareció de la península ibérica aproximadamente en el siglo XVII. Esta especie, que se hallaba hace no mucho ausente en la mayoría de los ríos europeos, empieza a recolonizar nuestro continente en parte gracias a reintroducciones ilegales.

La función durante millones de años en su hábitat ha sido mantener en buen estado los ecosistemas acuáticos, aunque para un humano, viendo los árboles talados, puede parecer que están haciendo lo contrario. En realidad es una especie clave por crear humedales que son útiles para muchas otras especies.

Los castores saben nadar y zambullirse muy bien. Además, están cubiertos por un espeso pelaje impermeable; tienen narices obturables, anchas patas traseras dotadas de membrana natatoria y una cola curiosa, ancha y aplastada, cubierta únicamente de escamas dérmicas de color negro.

Sus fuertes dientes acerados les permiten roer los troncos de los árboles pequeños que consiguen abatir. De esta forma se procuran el alimento (hojas y corteza) y los materiales necesarios para la construcción de sus diques y chozas. Éstas se hallan formadas por ramas y terrones apilados; en su interior se encuentra el nido y se mantienen colocadas en medio del agua. A veces los castores también excavan madrigueras en los bordes de los ríos, pero la salida siempre está bajo el agua.

Este particular mamífero, emparentado con la ardilla, es calificado a menudo como «arquitecto de la naturaleza», ya que es el único animal, además del hombre, cuyas construcciones causan un impacto en el medio ambiente. No obstante, al contrario que muchas actividades humanas, el castor crea un mundo más sostenible.

Organizan las madrigueras construyendo pequeños diques y creando zonas de aguas estancadas, donde construyen sus nidos y se alimentan.

Esta capacidad de modificar grandes superficies de hábitat contribuye a mantener las zonas pantanosas, ya que se estimula la aparición de todo tipo de fauna y flora; es el caso de peces, nutrias, aves acuáticas, zorros y ciervos que se desarrollan con fuerza.

Su pelaje es marrón. Pueden llegar a pesar 30 Kg. Las hembras, que son el sexo dominante, llegan a ser tan grandes o incluso más que los machos.

Cuentan con cuatro incisivos muy fuertes y afilados, que les sirven para roer la madera con la que se alimentan y construyen sus estructuras. Ya que estos dientes nunca dejan de crecer, es de vital importancia que los utilicen constantemente, o de otra forma, los incisivos de la parte superior les atravesarían la mandíbula inferior.

La dieta de los castores es estrictamente herbívora. Se alimentan de corteza y hojas de árboles como sauces, abedules y avellanos que talan, y de las raíces de plantas acuáticas. Aunque pueden ingerir casi cualquier vegetal, prefieren ciertos alimentos sobre otros.

A pesar de sus preferencias, la dieta del castor suele basarse en la disponibilidad de alimentos. Para subsistir en el invierno reúnen una reserva de comida en el fondo del estanque donde viven, cerca de una de las entradas de su madriguera.

Son animales de actividad nocturna y no conocen el reposo invernal.

El castor euroasiático, a pesar de no diferenciarse del castor norteamericano, se clasifica como una especie distinta.

Es un trabajador nato y un compañero leal. Este animal se aparea de por vida y así, los dos adultos, viven en pequeños grupos familiares, conocidos como madrigueras. Las crías permanecen con sus progenitores hasta que tienen cerca de tres años, edad en la que se independizan.

Dada esta dedicación a la vida familiar, no parece nada sorprendente que el castor pase su tiempo diseñando y construyendo un hogar.

Ahora que se reconoce la importancia del castor como agente para la preservación de las zonas pantanosas, los conservacionistas trabajan para introducirlo en países en los que se había extinguido, como por ejemplo Hungría, el Reino Unido de Gran Bretaña, Irlanda del Norte y los Países Bajos. En estos países el castor trabaja duro, demostrando lo efectivas que son sus operaciones de no poca importancia para preservar el medio ambiente.

A nivel mundial, la IUCN considera que es una especie cuyo estado de conservación no es preocupante. A nivel europeo, es una especie incluida en el ANEXO IV (Especies de Interés Comunitario que requieren una protección Estricta) de la Directiva europea, relativa a la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres.

 

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