REINO |
Animalia |
FAMILIA |
Alligatoridae |
FILO |
Chordata |
GÉNERO |
Alligator |
CLASE |
Sauropsida |
ESPECIE |
A. sinensis |
ORDEN |
Crocodilia |
nombre binomial |
Alligator sinensis |
El aligátor chino, también conocido como «aligátor del Yangtze», es considerado un «fósil viviente» por estar presente, desde hace más de 230 millones de años, a lo largo del tramo inferior del río Yangtsé. Su aspecto es muy similar al de su congénere, el aligátor americano (Alligator mississippiensis). Sólo estas dos especies sobreviven actualmente.
Es notablemente más pequeño que su pariente americano, rondando normalmente los 2 metros de longitud, aunque se han observado algunos ejemplares excepcionales que llegan a alcanzar los tres metros. Su peso es de aproximadamente 36 Kg. Los machos son más grandes que las hembras.
A diferencia de la especie americana, el aligátor chino está completamente acorazado (osteodermo, hueso dérmico sobre la epidermis), incluso el estómago, característica ésta poco frecuente entre los cocodrilianos. Proporcionalmente poseen cabezas más alargadas que los ejemplares jóvenes de aligátors del Mississippi del mismo tamaño, así como unas escamas más granulares.
Su cola larga y gruesa proporciona una fuerza locomotora principal en el agua. Poseen cuatro extremidades cortas terminadas en garra, con cinco dedos parcialmente palmeados en cada extremidad. A diferencia de sus parientes, presentan una placa ósea en el párpado superior.
Los dientes de la mandíbula inferior quedan expuestos cuando la boca se cierra. También es característico de esta especie el hocico vuelto hacia arriba.
La piel es dura, y presenta una coloración gris amarillenta a negra con bandas más claras a lo largo del cuerpo, y manchas pronunciadas en la mandíbula inferior. En general conservan las mismas proporciones que los americanos, a pesar de sus reducidas dimensiones. Se observa, no obstante, una diferencia en las crías recién salidas del huevo, que poseen una cabeza más desarrollada, lo que probablemente les permita alimentarse de insectos acuáticos mayores que aquellos sobre los que depredan los retoños de su pariente americano.
Se alimentan principalmente de noche, cuando las temperaturas aumentan entre los meses de abril y octubre. Comen casi exclusivamente peces y ranas que capturan bajo el agua, aunque en las zonas de asentamientos humanos pueden matar gallinas y perros. También pueden capturar ratas, y con ellas el veneno usado para combatirlas. Esto ha provocado durante las últimas décadas una notable disminución de su población en algunas de sus áreas de acción. Complementa su dieta con conchas, crustáceos, tortugas, serpientes, pájaros y mamíferos de pequeño tamaño. Como todos los cocodrilianos, son oportunistas, comerán casi cualquier cosa que se les ponga al abasto.
Frecuenta unos pocos ríos del este de China. Prefiere las aguas tranquilas de ríos, riachuelos, lagos y pantanos. Se pasan un tiempo considerable (entre 6 y 7 meses) hibernando en unas complejas madrigueras, para evitar los cambios bruscos de tiempo y temperatura propios de las latitudes que habitan.
Es de carácter muy tímido y dócil, incluso en el caso de los ejemplares salvajes. Nunca se ha registrado un ataque de aligátor chino contra un ser humano.
La temporada de apareamiento se produce anualmente en junio, un mes después de que la temporada de lluvias haya comenzado. Tanto machos como hembras emiten una especie de bramido o rugido para comunicar su ubicación y encontrar a un compañero. Otra función que se utiliza durante el apareamiento, y que es igualmente compartida por machos y hembras, es una glándula de almizcle situada debajo de la mandíbula inferior que produce un olor atractivo.
Los machos son polígamos, pudiendo fecundar a varias hembras durante una misma época de apareamiento. Las hembras se caracterizan por tener un solo compañero por temporada.
La nidada del aligátor chino consiste en un número variable de huevos entre 10 y 40, que son depositados sobre un nido de hojas, hierbas y tierra que la madre construye, y que cubrirá con abundante vegetación. Los nidos suelen estar ubicados cerca de la madriguera, de manera que la hembra pueda asistirlos fácilmente durante la incubación.
Las hembras protegen el nido de los posibles depredadores y lo visitan con frecuencia. El macho no tiene participación en la cría. Las crías nacen en septiembre. En respuesta a sus vocalizaciones, la madre eliminará cualquier resto vegetal que cubre el nido y conducirá a los pequeños hasta el agua. Se sabe que los jóvenes permanecen junto a la madre durante todo el invierno, pero poco más se sabe sobre las interacciones específicas entre los caimanes adultos y sus crías.
Alcanzan la madurez sexual entre los 5 y 7 años, y se les estima una longevidad de 30.
A diferencia del aligátor americano, cuya población aumentó gracias a los esfuerzos de conservación, el aligátor chino se encuentra casi totalmente extinguido de su hábitat natural. Ha desaparecido de amplias zonas de su antigua distribución, debido principalmente a la presión humana, que cultiva las orillas donde descansan y anidan, y a la pesca intensiva de los peces que componen la mayor parte de su dieta.
Actualmente quedan menos de 300 ejemplares en estado salvaje, y es realmente difícil localizar nidadas en los ríos chinos, por lo que se considera que esta especie corre grave peligro de extinción. No obstante, en cautividad se reproduce de forma rápida y abundante, por lo que numerosos zoológicos confían en que los programas de cría en cautividad puedan salvar la especie. Unos 10.000 ejemplares se reparten por distintos zoos del mundo.
Aparece en el Apéndice I de CITES, lo que implica restricciones extremas en su comercio y exportación en todo el mundo. Se encuentra en la lista Roja de la UICN, que enumera al aligátor chino como «especie en peligro crítico».
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