REINO |
Animalia |
subFAMILIA |
Tadorninae |
FILO |
Chordata |
GÉNERO |
Merganetta |
CLASE |
Aves |
ESPECIE |
M. armata |
ORDEN |
Anseriformes |
nombre binomial |
Merganetta armata |
familia |
Anatidae |
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El pato de los torrentes o pato torrentero es una especie de ave anseriforme de la familia Anatidae habitante de la cordillera de los Andes.
Este pato andino –sumamente aerodinámico- nunca deja las corrientes montañosas rápidas, hábitat que pocos patos son capaces de explotar debido a la velocidad de éstas; el pato azul de Nueva Zelanda es su contraparte ecológica más cercana.
Habita ríos fríos y cristalinos de corrientes rápidas en las montañas de América del sur. Su distribución geográfica va desde Venezuela hasta Tierra de Fuego. Se encuentra en altitudes que van desde los 1.500 a los 4.500 metros, aunque se le documenta desde el nivel del mar, pero siempre en aguas frías.
Se sumergen y nadan contra la corriente, permaneciendo muy cerca del fondo tratando de encontrar larvas de insectos y crisálidos bajo las rocas y entre las piedras. Se les ve parados muy erectos en las rocas de ríos caudalosos. Son muy ágiles al nadar, inclusive en aguas rápidas.
El pato de los torrentes posee características únicas que lo distinguen del resto de su familia. El pico es delgado y flexible de color rojizo, perfectamente adaptado para buscar su alimento entre las piedras y las grietas. El cuerpo es estilizado y liviano con forma de torpedo. La cola larga y rígida le sirve de timón y le permite mantener el equilibrio en las fuertes corrientes de los ríos de montaña. Las patas son palmeadas, muy grandes y ásperas, de color rojo. Sus garras largas y poderosas están perfectamente adaptadas para aferrarse a las rocas resbaladizas. Son animales cautelosos y nadan con la mayor parte del cuerpo sumergido para evitar ser detectados. Se acicalan las plumas casi constantemente para mantener sus cualidades impermeables.
Son buenos nadadores y buceadores, y por lo tanto, basan principalmente su locomoción en la natación, con poco énfasis en el vuelo, que únicamente emplean para desplazarse de una zona a otra del río. Sus pequeños cuerpos les permiten escalar rápidamente cascadas.
Alcanzan una longitud de 43-46 cm, y un peso aproximado de 450 gramos.
Los machos y las hembras son diferentes. El macho presenta la cabeza blanca con negro en la frente, y una franja que baja por detrás hasta la base del cuello. Otra franja negra por debajo del ojo hasta la garganta. Franja retro ocular negra. Lados del cuello blanco con una línea negra. Dorsal: región escapular plumas negras marginadas de blanco. Ventral: garganta, anterior del cuello y pecho, negro. Abdomen rojizo jaspeado de negro. Flancos negruzcos teñidos de rojizo. Alas: cobijas menores azul grisáceo, las mayores con extremidad blanca. Espejo verde. Primarias pardas. En la hembra la cabeza (corona) es gris. Parte posterior de las mejillas y lados del cuello, negro y gris. Anterior de las mejillas y barba, canela. Dorso: región escapular negra con plumas ribeteadas de gris azulado. Ventral: garganta, pecho y abdomen, canela. Resto igual al macho. Ambos presentan una coloración naranja en el pico.
El plumaje de los machos está adornado con dibujos elaborados para atraer a las hembras. Durante el cortejo utilizan diversas posturas. Los machos repetidamente se doblarán, batirán sus alas rápidamente y levantarán agua con sus patas. El cortejo también incluye la comunicación vocal entre machos y hembras. Es común que durante el noviazgo ambos naden uno alrededor del otro, entrando y saliendo del agua frecuentemente. Las parejas son monógamas y permanecen juntas toda la vida.
Estas aves son muy territoriales y sedentarias. Su territorio puede variar entre 700 metros y 3 kilómetros de longitud, dependiendo de la abundancia de alimento que ofrezca el río en el que habiten. Los machos utilizan los espolones de sus patas largas para protegerse de los invasores. Usualmente anidan en parejas (macho y hembra), aunque durante la época de reproducción el territorio es compartido por padres y pichones. Durante el resto del año se les ve en grupos, ocasionalmente en lagunas dentro de su ubicación.
De todos los patos del mundo, el de torrentes es el que presenta el periodo de incubación más largo: 45 días. Se reproducen durante la estación seca, cuando los ríos tienen los niveles de agua más bajos. De esta manera aseguran la crianza exitosa de los pichones. Durante el periodo de reproducción, la hembra es la encargada de incubar y cuidar los 3 ó 4 huevos que pone, mientras el macho vigila el territorio con mucha dedicación. Una vez nacidos los pichones, el cuidado es compartido por ambos padres, y los mantienen en su territorio hasta los 4 ó 5 meses de edad.
Los patos de los torrentes hacen sus nidos entre las rocas a orillas del río y son casi invisibles. Son difíciles de criar en cautividad. Se desconoce su esperanza de vida en la naturaleza. En cautividad un ejemplar hembra vivió 18 años.
Su dieta consiste básicamente en pequeños invertebrados, peces pequeños y hasta material vegetal que consigue entre las piedras sumergidas en medio de los torrentes. Las larvas de insectos acuáticos son uno de sus alimentos favoritos.
Poco se sabe acerca de los depredadores naturales del pato de los torrentes. Su hábitat es de difícil navegación para la mayoría de los animales y construyen nidos en lugares de difícil acceso. Es probable que los mayores depredadores de crías jóvenes que han abandonado el nido sean los peces grandes.
Se ha divido con el pasar de los tiempos en diferentes subespecies, que se hibridaron con los años; es factible que las glaciaciones del periodo Pleistoceno hayan sido las que dividieron estas poblaciones por toda la cordillera, no alcanzándose a diferenciar específicamente, ya que en casi todos los casos lo que varía es el color del plumaje.
Esta especie no emigra. Esta condición territorial lo hace vulnerable a la extinción, ya que la contaminación de los ríos, cada vez es más elevada, pone en alto riesgo el futuro del pato de los torrentes.
Presenta una población bastante estable y su tendencia a vivir en áreas extensas de terreno inaccesibles, actúan como protección natural. Sin embargo, son sensibles a cambios en el hábitat, tales como la contaminación por plaguicidas, la construcción de presas hidroeléctricas y las especies introducidas, como truchas y salmones, con quienes compite por el alimento.
Una vez habitaron la Isla Grande, pero se extinguieron en aquella zona debido a la caza excesiva practicada por el hombre.
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