REINO |
Animalia |
FAMILIA |
Canidae |
FILO |
Chordata |
GÉNERO |
Canis |
SUBFILO |
Vertebrata |
ESPECIE |
C. lupus |
CLASE |
Mammalia |
NOMBRE BINOMIAL |
Canis lupus |
ORDEN |
Carnivora |
||
Con el aspecto característico de un cánido, el lobo gris es de complexión robusta, cabeza grande y redondeada, en la que destacan sus orejas triangulares, siempre erguidas, aunque cortas, y sus vivos ojos de color dorado o ambarino. El pelaje del lobo, adaptado a los rigores de la montaña, es muy espeso, más en invierno que en verano, mientras que la cola es gruesa y aparece densamente poblada.
Longitud de la cabeza y cuerpo, sin incluir la cola: unos 120 cm. Longitud de la cola: de 40 a 50 cm. Peso: entre 28 y 46 kg, estando la media en torno a los 32 kg en los machos y en 28 kg. en las hembras.
El lobo es una especie muy sociable, que vive en manadas de tamaño variable, pudiendo alcanzar los 40 ejemplares en Canadá y Centro Europa, mientras que en la Península Ibérica oscila entre los 2 y 9 individuos, siendo lo normal la agrupación de 3 ó 4. Dentro del grupo hay un orden jerárquico muy marcado. La principal actividad de la manada, la caza que le proporciona alimentos, se hace en grupo.
Por regla general, los lobos se desplazan en fila india, en una característica marcha al trote (popularmente llamado «trote lobero»). No siempre abre la marcha el individuo dominante, sino que con frecuencia lo hace un individuo que actúa como prospector y que transmite algún tipo de señales al resto del grupo. Durante las cacerías el trabajo está perfectamente distribuido.
El lobo es un animal en el que la resistencia prima sobre la potencia. Por esta razón la táctica de caza consiste en agotar a la presa, persiguiéndola hasta que su captura se hace posible, pudiendo mantener la persecución de sus presas durante unos 20 minutos, realizando después paradas de recuperación de 10 a 15 minutos.
En cuanto al hábitat, el lobo selecciona lugares que no sean frecuentados por el hombre, su enemigo histórico, y que cuenten con disponibilidades alimenticias y agua, esenciales en su supervivencia.
El lobo tiene unos sentidos muy desarrollados, pudiendo captar ultrasonidos por encima de los 20.000 ciclos, la vista está también muy desarrollada, aun cuando es el olfato el sentido más perfeccionado, pudiendo olfatear presas con el viento a favor a 300 metros de distancia.
A nivel planetario el lobo originariamente se extendía por gran parte del Hemisferio Norte. En la actualidad se estima que la población mundial es de unos 200.000 ejemplares, de los que las principales poblaciones se localizan en Canadá-Alaska (unos 60.000) y entre el sudeste de Europa y Asía Central, albergando casi el 50% de la población mundial. En los últimos años se ha constatado la recolonización de algunos territorios en Francia por ejemplares procedentes de los Alpes italianos.
Se estima que en todo el mundo existen 32 subespecies del lobo, que se pueden englobar en cuatro grupos: lobos blancos (tundrarum en Alaska, albus en la región ártica europea), lobos rojos (pallipes en las zonas predesérticas de Eurasia), lobos grises (pambasileus en Alaska) y lobos pardos (signatus en la Península Ibérica, lupus en Eurasia). También existen otras especies dentro del género Canis lupus, que acogen a subespecies menores, en Norteamérica y la India.
Longevidad: puede vivir hasta los 14 ó 15 años, aun cuando lo normal es en torno a los 6 años.
Celo: un solo celo, entre finales de enero y principios de abril, excepcionalmente dos celos, particularmente cuando ha perdido la primera camada. La gestación dura unos 60 días. El parto suele coincidir con la época estival o final de la primavera.
Parto: el lobo tiene una camada anualmente (en raras ocasiones dos), dando a luz de entre tres a ocho cachorros, entre abril y junio. Los lobos pesan al nacer unos 500 gramos y nacen sin capacidad auditiva, con los ojos cerrados y totalmente indefensos, por lo que la madre se muestra en este período muy hostil en su defensa.
Abren los ojos y comienzan a oír entre los 11 y 15 días. La loba amamanta a sus cachorros mientras que el macho le alimenta a ella cazando y regurgitando la comida que ha ingerido durante la caza. La lactancia dura alrededor de un mes. Los lobeznos (cachorros de edad inferior a tres meses) son alimentados indistintamente por cualquier miembro de la manada. Al cumplir los tres meses, los lobeznos pasan a llamarse lobatos. Al cabo de un año tienen ya la morfología de adulto.
Al cabo de un año y medio dejan de ser lobatos para pasar a ser lobos, desde ese momento, y hasta la dispersión, participan en la caza del grupo.
Alcanza la madurez sexual al año, pero la hembra no suele quedar preñada hasta el segundo año. En el grupo solo copulan y crían los ejemplares dominantes.
El lobo es un carnívoro depredador. La mayor parte de su dieta está compuesta por presas cazadas, aunque ocasionalmente puede competir con aves carroñeras por los restos de animales que han muerto de forma natural o por accidente, así como por restos provenientes de vertederos cercanos a núcleos de población humana. También es conocido el hábito, en determinadas estaciones, de consumir alimentos de origen vegetal, tales como frutos silvestres. El lobo también aprovecha la carroña como complemento de su dieta. Este comportamiento, no tan acusado en el pasado, está aumentando en los últimos años por las políticas de algunas administraciones de abandonar en cebaderos los restos de animales domésticos muertos, lo que hace que se altere la función trófica del lobo, convirtiéndolo de depredador en necrófago. Correlativamente y como consecuencia indeseada esta práctica ha aumentado la atracción del lobo por el ganado doméstico.
Es una especie generalista, que habita desde el nivel del mar hasta los 2.000 metros de altitud, aun cuando el histórico enfrentamiento que viene manteniendo con el hombre, ha limitado su presencia a territorios donde poder esconderse y de difícil contacto visual.
Enemigos naturales: el hombre es el único y tradicional enemigo natural del lobo. Los cachorros, aunque son muy indefensos en los primeros días de vía, son defendidos con virulencia por la madre.
Curiosidades ecológicas: desde la antigüedad el hombre se ha sentido atraído por el lobo, ha sido una relación ambivalente de miedo y admiración hacia la especie, rodeado todo ello de misticismo y leyendas, como las conocidas leyendas de Rómulo y Remo en la mitología romana, o la de Gárgoris y Habilis en la mitología íbera, que presentan en su descripción situaciones similares, en las que cachorros humanos son amamantados por lobas salvadoras.
Principales problemáticas: los daños que el lobo ocasiona en el ganado doméstico y en las especies cinegéticas, han generado una ancestral persecución del lobo por el hombre, que lo ha llevado al exterminio en amplios territorios.
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