En el Bosque

Jineta o Gato Almizclero

REINO
Animalia
SUBFAMILIA
Viverrinae
FILO
Chordata
GÉNERO
Genetta
CLASE
Mammalia
ESPECIE
G. genetta
ORDEN
Carnivora
NOMBRE BINOMIAL
Genetta genetta
FAMILIA
Viverridae
       

La  jineta (gineta), es un carnívoro de tamaño medio, perteneciente a la familia de los vivérridos, con un aspecto singular e inconfundible dentro de la fauna mundial.

De patas cortas sobre las que se levanta un cuerpo alargado, de coloración grisácea, en la que abundan las manchas o moteados oscuros que confieren a cada individuo de la especie unos rangos propios, por lo que es posible su identificación y control fotográfico, con el examen de las características de estas manchas de la piel.

La jineta está provista de una larguísima y gruesa cola, adornada con unos característicos anillos de color negro (de 8 a 10), alcanza una longitud superior a la de la cabeza más el cuerpo, lo que la diferencia claramente de un gato montés.

La cabeza de la gineta es pequeña, destacando en la misma sus pabellones auriculares, unos grandes ojos con características pupilas verticales adaptados a la visión nocturna, y debajo de los ojos unas características manchas blancas.

Longitud del cuerpo: entre 47 y 60 cm. Longitud de la cola: de 45 a 65 cm. Alzada a la cruz: de 18 a 20 cm. Peso: de 1,2 a 2,5 Kg.

Subespecies presentes: Genetta genetta isabelae.

Status de la especie: en el Convenio de Berna (Ratificado 13.05.1986) se incluye dentro del Anejo III: ESPECIES DE FAUNA ESTRICTAMENTE PROTEGIDA.

La jineta cuando caza es vibrante, ágil, silenciosa y constituye todo un espectáculo de vitalidad y precisión. Su olfato y oído son muy finos, puede trepar muy bien por los árboles en busca de sus presas, pudiendo saltar de unas ramas a otras -buscando el equilibrio con la cola- con increíble agilidad. Al igual que el gato montés, captura a sus presas con las garras, las que cuentan con uñas retráctiles que guarda para las ocasiones vitales dentro de unas vainas. Las presas de mediano tamaño suelan morderlas en el cuello, devorando tras la muerte de la víctima.

Si bien se han dado varias teorías sobre la presencia de la especie en la Península Ibérica, lo que sí está claro es que es una especie que no se ha registrado en los estudios paleontológicos, de modo que su presencia en el continente europeo se ha considerado como relativamente reciente (en los últimos 2.000 años). Como en esta época  Europa ya estaba separada de África, se considera que ha sido el hombre el vehículo o medio del que se ha servido la gineta para su expansión en el viejo continente, considerándose, como opinión más aceptada, que la jineta era un animal de compañía del hombre, de la que éste se servía (egipcios, romanos y árabes han utilizado a la gineta como animal doméstico) dadas sus peculiaridades para la caza de los siempre indeseables roedores. Ha sido su capacidad para vivir y reproducirse en libertad lo que ha hecho de la especie un animal totalmente integrado.

En España se ha descrito una subespecie de gineta (Genetta genetta isabelae) o jineta de Ibiza, de menor tamaño, no superando los 1.300 g, que se considera se ha formado por evolución de la especie peninsular, a la adaptación a los hábitos alimenticios propios del entorno insular en que el mayor consumo de anfibios condiciona importantemente su dieta.

En la etología de la especie adquiere un rango muy peculiar el marcaje del territorio, el que se realiza de dos formas principales: rociando con orina y defecando en lugares constantes, y por secreciones de las glándulas perianales, sobre objetos verticales, para favorecer la expansión del olor por el viento.

Por lo que se refiere al diario de la actividad, las jinetas fueron casi exclusivamente nocturnas  durante todo el año, con un período de máxima actividad en la primera mitad de la noche. En conjunto estos estudios constatan cómo las ginetas se mantienen activas en el 56 % de la noche, lo que representa un 26 % de media del total del día.

En cuanto al tipo de madrigueras, normalmente de 5 a 8 por individuo, los estudios de radio-seguimiento localizaron un total de 75 madrigueras, que correspondían a las 16 jinetas seguidas. De estas madrigueras, el 48% estaban en el suelo, entre entramados vegetales muy densos, y  un 36 % correspondían a árboles, habiendo sido elegidos los de mayor altura de la zona, emplazándose las madrigueras en la copa, cerca de la cruz, oculta entre el ramaje y el follaje. Algunas de estas madrigueras localizadas en los árboles se han servido de nidos de aves, particularmente de las grandes rapaces. Es condicionante de la selección de las madrigueras que se trate de lugares tranquilos y seguros.                 

Longevidad: entre 6 y 8 años en libertad. Excepcionalmente puede alcanzar los 15 años en cautividad.

Celo: Tiene lugar de enero a septiembre, con un máximo en febrero-marzo, siendo el período de menor actividad los meses estivales. El celo se prolonga durante 2 ó 3 días hasta alcanzar la fecundación. La gestación dura de 55 a 65 días.

Época de parto: son posibles dos partos al año, uno al principio del año y otro en otoño.

Parto: de 1 a 4 crías, normalmente 2 ó 3, que pesan al nacer unos 70- 90 gramos y que nacen con los ojos cerrados, manteniéndolos hasta los 7 días. Las crías son amamantadas durante 2 ó 3 semanas exclusivamente con leche, continuando con una dieta mixta constituida por alimento sólido y leche hasta los 3 ó 4 meses. Entre los 6  y 9 meses alcanzan su independencia, aun cuando continúan cazando y conviviendo con la madre hasta el siguiente parto en que o se independizan, o ella los expulsa de la madriguera, por temor de que ocasionen daños a las nuevas crías.

Alcanzan la madurez sexual a los 2 años.

La jineta preda sobre animales que van desde el conejo y la liebre a los invertebrados, aun cuando fundamentalmente lo hace sobre roedores, si bien las aves (particularmente pájaros), anfibios, reptiles e insectos, también constituyen un porcentaje significativo de su dieta. Los frutos otoñales de igual modo forman parte de su alimentación, siendo fácil apreciar en sus excrementos huesos de frutos consumidos por el animal (cereza, ciruela o majoleto, entre otros). Las disponibilidades estacionales van a  condicionar importantemente su versátil dieta.

La gineta es una especie esencialmente forestal, ausente de las zonas urbanas, estepa y parajes desérticos.

Enemigos naturales: sus principales enemigos son el águila real, el búho real y los grandes carnívoros, como el lobo y el lince, en los pocos lugares en que abunda este último.

Principales problemáticas: la destrucción de hábitats y la disminución de la población de conejos por las epizootias, ha afectado importantemente a la especie, que no obstante no se encuentra en peligro. La consideración por la población rural a la gineta como una alimaña, también ha supuesto una persecución de la especie, al igual que ha sido codiciada para disecarla, por su belleza, como se ha utilizado su piel en peletería.

El atropello accidental también es otra causa indeseada de muertes en la especie.

 

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