REINO |
Animalia |
FAMILIA |
Felidae |
FILO |
Chordata |
SUBFAMILIA |
Felinae |
SUBFILO |
Vertebrata |
GÉNERO |
Lynx |
CLASE |
Mammalia |
ESPECIE |
L. pardinus |
ORDEN |
Carnivora |
NOMBRE BINOMIAL |
Lynx pardinus |
El lince ibérico es un felino de tamaño superior a un gato montés, con unas patas largas y adaptadas para el salto y la caza del conejo, su principal alimento.
Longitud de la cabeza y cuerpo, sin incluir la cola: entre 85 y 110 cm. Longitud de la cola: de 8 a 15 cm. Peso: entre 12 y 14 kg. (excepcionalmente 18 kg) los machos, y entre 9 y 15 kg las hembras.
Subespecies presentes: aun cuando el lince ibérico ha sido considerado hasta hace unos años como una subespecie del lince europeo (Lynx lynx), en la actualidad se considera como una especie propia: (Lynx pardinus).
Estatus de la especie: especie catalogada «en peligro crítico» (UICN, 2002). Se considera que es el felino más amenazado del planeta según este mismo organismo, que lo ha reclasificado en el año 2002, pasando de «en peligro» a «en peligro crítico». Sus escasos efectivos poblacionales, limitados a la mitad suroriental de la península Ibérica en núcleos fragmentados, cuestionan profundamente la supervivencia futura de la especie.
El lince cuenta con una característica cola corta, de tan solo 8 a 15 cm, y unas orejas grandes y erguidas, también muy identificativas de la especie, que aparecen dotadas de los característicos pinceles de pelo negro. La cara está rodeada por pelos muy largos, formando unas grandes patillas terminadas en punta, que se desarrollan más con la edad del individuo.
El lince es una especie marcadamente predadora, que localiza a sus presas mediante la vista y el oído. Sus técnicas de caza son la espera y el rececho, siendo esta última la más frecuente. El rececho consta de varias fases, que se pueden dividir en aproximación o rececho en sentido estricto, acecho y salto sobre las presas. La aproximación se realiza de un modo muy cauteloso, pero rápido, sin perder de vista a la presa y aprovechando la cobertura vegetal con la que intenta ocultarse mientras se aproxima a la presa. Cuando la aproximación es suficiente, realiza un rápido ataque a la víctima, con saltos de hasta cinco metros, y en caso de fallar puede prolongar la persecución en una corta carrera rápida, que abandona en caso de no dar alcance a la presa.
La principal presa del lince es el conejo, aunque también puede dar muerte a cervatillos, liebres, roedores e incluso aves como la perdiz y las anátidas. Porcentualmente el conejo representa entre el 70 y el 95% de la biomasa del lince, seguido de los cérvidos (un 15 % aproximadamente) y aves. Cifras que van a depender de la época del año y de las disponibilidades de alimento.
El lince es un animal de actividad fundamentalmente crepuscular y nocturna, aun cuando durante el invierno aumentan sus hábitos diurnos. Suele ser un animal que vive en solitario, excepto en las épocas de cría y de celo. No suelen compartir el alimento tras la dispersión de las crías de la hembra. El macho no coopera tampoco en la cría de los recién nacidos, desentendiéndose de la hembra tras el celo.
El área de campeo del lince, se ha estimado en el parque nacional de Doñana en torno a los 10,3 kilómetros cuadrados para los machos, y los 8,7 para las hembras. Tras la dispersión juvenil, los jóvenes se establecen en una zona de 11 Km. de promedio del área natural donde nacieron, aunque se han constatado dispersiones de varios cientos de kilómetros.
Según datos facilitados por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía (2006), la población de linces se encuentra en una situación dramática con tan solo 150 ejemplares en libertad, distribuidos en 5 núcleos, de los que solo dos se estima que son poblaciones reproductoras -Doñana (30-35 ejemplares) y Andújar-Cardeña (unos 90-120 ejemplares)-, a los que cabría sumar algunos ejemplares que parecen sobrevivir en Montes de Toledo orientales, Sistema Central occidental y otras áreas de Sierra Morena. El número total de hembras reproductoras estimado para la especie sería de 25-35 (3-5 para el área de Doñana y 22-29 para el área de Andújar), aun cuando en los últimos años parece que están dando sus frutos los programas de cría en cautividad, y comienza a verse con moderado optimismo su posible salvación, debida principalmente a la concienciación que se está teniendo de la necesidad de su conservación y defensa.
Longevidad: puede vivir hasta los 13 años, edad máxima conocida de un lince en libertad.
Celo: un solo celo, entre finales de enero y principios de febrero, aunque puede adelantarse de ser la climatología benigna. La gestación dura unos 63 a 73 días. El lince produce una camada anualmente, dando a luz de entre tres a cuatro cachorros, normalmente tres, entre abril y mayo. El parto suele tener lugar en cuevas y troncos huecos, por lo que la conservación de los viejos árboles añosos se ha evidenciado como esencial para la supervivencia de la especie.
Al nacer los linces son totalmente indefensos, sin capacidad auditiva y con los ojos cerrados, por lo que la madre se muestra en este período muy hostil en su defensa, permaneciendo junto a ellos durante 2 o 3 días, sin salir de la guarida, ni atender sus necesidades de alimentación. En torno a las cuatro semanas de edad de los cachorros, la hembra los cambia de cubil, y a los dos meses los cachorros ya son capaces de acompañar a la madre.
La hembra alcanza la madurez sexual a los tres años. Mientras que los machos la alcanzan a los dos años, aun cuando las muestras espermáticas de mayor calidad se encuentran a partir de los tres años.
El lince es un carnívoro especializado en la caza de conejos. Las necesidades mínimas de un lince para garantizar su supervivencia en libertad se estiman en 1 conejo/ha por individuo. En muy rara ocasión consume carroña.
Tiene limitados sus hábitats a lugares donde abunda el conejo, lo que es propio del monte y maquis mediterráneo, que además cuente con una gran cobertura vegetal, roquedos y lugares en los que esconderse. No asciende más allá de los 1.300 metros.
El macho es más grande que la hembra, pero este dimorfismo sexual no se aprecia hasta que los ejemplares no son adultos, de modo que si bien son muy similares en tamaño y características durante el primer año de edad, a partir de este momento en el maño se hace patente la mayor longitud de los pinceles de las orejas y de las patillas.
Enemigos naturales: el lobo es el único animal capaz de predar sobre el lince, aun cuando se ha comprobado que son dos especies que se repelen entre sí, lo que significa que en el territorio donde está una especie no se encuentra la otra, de manera que son muy raros los casos de ataques.
Curiosidades ecológicas: en torno a los pinceles que adornan las orejas y patillas del lince, se han creado muchas leyendas, así se cuenta que el lince las utiliza para moverlas y distraer con ello a sus presas, como también se ha dicho que sirven para apartar a los insectos que le molestan el rostro, pero lo más extendido parece ser que en sus funciones sexuales actúa como reclamo de las hembras.
Principales problemáticas: se estima que su población ha descendido a menos de la mitad de los 1200 ejemplares registrados a principios de la década de 1990, por lo que el lince ibérico (Lynx pardinus) está a punto de convertirse en la primera especie de felino en extinguirse en los últimos 2000 años.
El condicionamiento o dependencia de la alimentación del lince hacia el conejo, se considera que ha sido el desencadenante de esta situación, que tiene su origen en dos enfermedades de creación humana para controlar la población de conejos: la mixomatosis, y la enfermedad vírica hemorrágica (EVH), y que sin pretenderlo sus creadores, han puesto al borde de la extinción a una especie animal. Lo que debe servirnos de reflexión sobre la incidencia que en un ecosistema puede tener cualquier actuación que no respete el equilibrio natural y biológico.
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