NOMBRE |
Persa |
OTROS NOMBRES |
Longhaie (Reino Unido) |
CONSTITUCIÓN |
Cobby |
COLORES |
Sólidos, tabby, tortuga, bicolor, punteados |
El ABISINIO, inmediatamente reconocible por su característico pelaje punteado, es una de las razas de gato más populares, tanto en el ámbito felino como para animal de compañía. Es una raza natural que debe su peculiar manto a una mutación de un gen dominante: el Ta. Ello origina dos o preferiblemente tres bandas de punteado o color oscuro en cada pelo. Lo ideal es que la banda más oscura esté más cerca de la parte exterior del manto. El somalí, de pelo largo, es la única otra raza portadora del gen Ta.
Tipo: mediano
Cabeza: cuneiforme, frente abombada, perfil de curva suave
Ojos: grandes, almendrados, bien separados entre sí; de colores luminosos: ámbar, verde o amarillo, puro, claro e intenso, rodeado con el color del ticking.
Cuerpo: de longitud media, compacto, flexible y musculoso.
Cola: muy larga, de base ancha, puntiaguda
Pelaje: corto, suave, denso, apretado, pegado al cuerpo
Colores: ticking característico: dos o tres franjas alternadas de color oscuro y claro sobre cada pelo, con la punta oscura. Colores: salvaje o ruddy (franjas de color negro o marrón oscuro sobre el fondo melocotón cálido), sorrel (franjas chocolate, sobre fondo melocotón), azul (franjas gris azulado sobre fondo beig), fawn (franjas gris rosado sobre fondo beige), silver (franjas de color sobre fondo plateado).
Carácter: inteligente, listo, hábil y siempre atento a todo.
Una de las principales características del gato abisinio, es el ticking de su pelaje. En sentido estricto, se trata de un ticked tabby, ya que el ticking hace referencia a las franjas de cada pelo individual, y oficialmente se incluye como dibujo.
Se cree que el dibujo «ticked tabby» apareció por primera vez en el gato abisinio, aunque también es posible que haya intervenido el gato egipcio.
A pesar de que queda fuera de la duda que el comienzo de la cría del abisinio tiene sus raíces en Inglaterra, sigue sin saberse con certeza de donde procedían los primeros gatos con ticking. Muchos autores insisten en que los antepasados del abisinio fueron unos gatos norteafricanos que fueron importados a Inglaterra en el siglo XIX, lo cual podría establecer una relación con Egipto.
El aspecto de gato salvaje de este animal no se presta a engaño. Los abisinios son gatos muy independientes y que aman su libertad. Son extremadamente activos, corren y saltan incansablemente. Hay que ofrecerles buenas posibilidades para trepar, pues de lo contrario, buscaría alternativas que no siempre harían feliz a su propietario. Después de todo, las cortinas, armarios, tapicerías de piel y lámparas de pie, también son ideales para satisfacer sus ansias de trepar.
Lo que diferencia al abisinio de un gato silvestre, es que le gusta relacionarse con la gente, y le encanta convertirse en el centro de atención. A estos gatos no les gusta la soledad y necesitan tener compañía.
Su comportamiento social es tan acusado que generalmente no tienen ningún problema para integrarse en una comunidad de gatos ya establecida, o incluso de perros.
De todos modos, hay que tener en cuenta que, de un modo muy sutil y diplomático, no tardarán en intentar conseguir el liderazgo del grupo. También son capaces de manipular a la gente muy diplomáticamente... los abisinios saben perfectamente cómo han de comportarse para que su dueño haga exactamente lo que ellos quieren.
CARACTERÍSTICAS
El abisinio es un gato mediano, esbelto, pero robusto y musculoso, con un tipo no oriental como el siamés. El gato adulto tiene un aspecto majestuoso y un porte digno, y las hembras suelen ser más activas que los machos. Las patas son delgadas y estilizadas, y los pies, pequeños y ovalados. En su característica pose a cuatro patas, parece que esté de puntillas.
La cola es gruesa en la base y de punta afilada. Los estándares norteamericanos y europeos difieren ligeramente en los requisitos de la cabeza. Los jueces norteamericanos prefieren un perfil más corto y redondeado que los europeos. Las orejas son grandes, erguidas y puntiagudas, anchas por debajo y con abundantes mechones de pelo en los extremos.
Los ojos son almendrados y rasgados, y están bien separados. El pelaje es corto, pero suficientemente largo para que cada pelo tenga tres o cuatro bandas punteadas. Es fino y suave al tacto, tupido y elástico. El punteado del cuerpo debe ser uniforme.
COLORES
Los colores admitidos varían entre los países y, en Estados Unidos, entre las diversas asociaciones felinas, pero, en Europa, la Federación Internacional Felina admite el liebre, el rojizo, el azul y el beige, con sus respectivas versiones plateadas.
El manto de la variedad liebre es de un tono naranja amarronado punteado con bandas de negro o marrón oscuro y un subpelo más pálido. Se aprecia un tono más oscuro a lo largo de la columna, sin punteado ni ninguna otra marca en los costados, el pecho y la cara interna de las patas. Las plantas de los pies son rosadas y entre los dedos se advierte un tono marrón chocolate, que se extiende por detrás de las patas traseras. Las orejas y la cola presentan un punteado en el color oscuro. La trufa es de color rojo teja. Los ojos pueden ser de un dorado, verde o avellana intensos.
El rojizo tiene un pelaje rojo intenso punteado en marrón chocolate y el subpelo albaricoque. Las plantas son rosadas y entre los dedos se observa un tono marrón chocolate, que se extiende por detrás de las patas traseras. La nariz es rosada.
La variedad azul es de un tono azul claro punteado con un azul más oscuro y un crema cálido en el vientre, el pecho y la cara interna de las patas. La cola presenta un punteado en un tono de azul más oscuro. Las plantas son azules y de un tono más oscuro entre los dedos, que se extiende un poco más arriba de los pies. La trufa es de un color rosado oscuro.
El beige presenta un tono entre rosado y beige punteado, con un tono más oscuro de la misma gama. Las plantas de los pies son rosadas y entre los pies se advierte un tono beige rosado. La trufa es rosada.
CUIDADOS
Tiene un tono de voz bajo y suave, y una cantidad de energía aparentemente ilimitada. No obstante, requiere mucha atención, y si no se le da de inmediato, suele exigirla. Muchos abisinios parecen preferir la compañía humana a la felina, con la posible excepción de los cachorros de la misma camada, y no son adecuados para vivir en casas que se queden vacías por mucho tiempo.
Se le debe cepillar con suavidad, pero con bastante frecuencia, como mínimo una vez a la semana.
Las hembras están bastante tranquilas durante el celo en comparación con otras razas. En cuanto a las camadas, la constituyen una media de cuatro crías. Los cachorros suelen ser grandes, tienen una cabeza voluminosa y el parto suele ser difícil.
Las madres defienden encarnizadamente a sus crías, pero hay que observar de cerca la camada, ya que los cachorros no hacen mucho ruido y es posible que no maúllen demasiado si se pierden y no saben volver. Se desarrollan rápidamente y son audaces y juguetones desde una tierna edad.
El pelaje no se desarrolla plenamente hasta los 18 meses.
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