REINO |
Animalia |
FAMILIA |
Balaenopteridae |
FILO |
Chordata |
GÉNERO |
Balaenoptera |
CLASE |
Mammalia |
ESPECIE |
B. musculus |
ORDEN |
Cetacea |
NOMBRE BINOMIAL |
Balaenoptera musculus |
SUBORDEN |
Mysticeti |
||
La ballena azul, también conocida como rorcual azul, es un mamífero marino perteneciente al suborden de las ballenas con barbas, llamado Mysticeti.
Se dice que es el animal más grande del mundo, con sus 25 metros de longitud en los machos, y 27 en las hembras. El ejemplar más grande encontrado mide 33,5 metros. El peso medio es de 190.000 kg.
La lengua de este animal pesa como un elefante; su corazón es del tamaño de un coche; en sus vasos sanguíneos podría nadar una persona; su cola es igual de grande que la de un avión pequeño, y su cerebro pesa cuatro veces más que el humano, mostrando signos de gran inteligencia.
Tiene una aerodinámica perfecta, que le permite ser uno de los animales más rápidos.
El cuerpo de la ballena azul es largo y delgado, puede tener un dorso de color azul o gris-azulado (o incluso más claro) y un vientre amarillo o grisáceo.
Existen cuatro subespecies confirmadas de Balaenoptera musculus:
- Balaenoptera muculus musculus («Ballena azul del Norte»). Se le encuentra en el Océano Atlántico Norte y el Pacífico Norte.
- Balaenoptera muculus brevicauda («Ballena azul pigmea»). Se encuentra en el Océano Índico y el Pacífico Sur.
- Balaenoptera muculus intermedia («Ballena azul del Sur»). Se encuentra en el Océano Glacial Antártico.
Además de una no confirmada:
- Balaenoptera muculus indica («Gran Rorcual de la India»). Se le encuentra en el Océano índico.
Este animal se alimenta básicamente de peces y calamares pequeños, krill y plancton; se puede llegar a comer unos 40 millones de estas especies al día. Para ello posee varios cientos de placas córneas, hechas de ballina o baleen, que se denominan «barbas de ballena», a través de las cuales filtra el agua del mar, obteniendo el alimento, que queda atrapado entre estas barbas.
Investigaciones recientes evidencian ciertos grados de canibalismo, pero estos comportamientos se observaron únicamente en grupos que habitan una zona específica del atlántico sur, y fueron denominados por los expertos como anomalía.
La investigación científica ha demostrado que las ballenas descienden de un animal terrestre con cuatro extremidades, tal vez un ungulado primitivo (mamífero con pezuñas).
La ballena surgió hace unos 60 millones de años, aunque el fósil más antiguo de la especie sea de hace 52 millones de años.
En la actualidad aún existen algunos ejemplares que alcanzan hasta 30 metros de longitud.
Su parte superior y laterales varían de color, desde el azul al gris azulado. Su cabeza es muy alargada y fina (aproximadamente un tercio de la longitud total del animal), más en su parte superior, con presencia de rayas longitudinales en la garganta. Es el balénido con barbas más largas en su boca (50 cm. de ancho por 100 de longitud). No poseen dientes. Las barbas cuelgan de la mandíbula superior y sirven para filtrar los crustáceos del agua.
En la parte superior de la cabeza cuenta con dos orificios, llamados aventadores, que le sirven para respirar. Con frecuencia expulsa aire y agua por los aventadores, provocando columnas de agua vaporizada de hasta 9 metros de altura.
La identificación de los ejemplares se hace muchas veces por catalogación de fotografías de sus aletas dorsales, que son proporcionalmente pequeñas, y diferentes en cada individuo.
Su ritmo cardíaco, en momentos de esfuerzo, es de tan sólo 18 a 20 pulsaciones/minuto, en contraste con las 120 normales en los humanos en parecidas circunstancias.
En los segmentos más anchos de las arterias de una ballena azul, una persona alta podría permanecer de pie (1,80 m. de diámetro).
Esta ballena es capaz de nadar a una velocidad increíble; expertos en el tema creen que un bote no tiene la capacidad de alcanzar la velocidad de estos ejemplares; siendo uno de los animales más rápidos que surcan el mar (por increíble que parezca).
Se localiza en todos los océanos del mundo, desde los trópicos a las aguas polares, siempre en mar abierto.
Paren una sola cría (raramente dos), que nace tras un período de gestación de 11-12 meses. Las crías al nacer miden entre 7 y 8 metros.
Las ballenas jóvenes crecen rápido y pueden ganar hasta 90 kg de peso al día. Los jóvenes son destetados después de 7 - 8 meses, momento en el que alcanzan una longitud aproximada de 16 metros.
Las ballenas azules pasan unos ocho meses del año en aguas del antártico; ahí encuentran abundancia de krill, y durante los meses de invierno migran hacia aguas más cálidas, donde dan a luz a sus crías.
Las ballenas azules viven hasta 90 años en buenas condiciones. Sin embargo, debido a su caza, la media de edad es de 25 años.
Según algunos estudios, los cantos de una ballena azul podrían ser escuchados y entendidos por otros individuos a una distancia de 4.000 km; sin embargo, el aumento del ruido en el mar, provocado por las actividades humanas y sus motores merman esta capacidad.
Su tasa de natalidad es muy baja, ya que tardan alrededor de 10 años en desarrollarse hasta la madurez.
La ballena azul produce 1500 litros de esperma al año, y solamente deposita en su compañera el 10%, es decir, 1.350 litros quedan esparcidos por el océano.
En 2008 los expertos calculaban que sólo quedaban unos 1.000 ejemplares; la especie ha sido cazada casi hasta la extinción para obtener sus huesos, aceite y carne.
El mayor depredador de las ballenas es, sin duda, el hombre. Como con otras tantas especies, la caza las ha llevado casi a la extinción.
Gracias a muchos científicos y a otras asociaciones desinteresadas, las medidas de protección adoptadas por la Comisión Ballenera Internacional (de la que forman parte más de 50 países balleneros), permiten el mantenimiento e incluso el desarrollo de ciertas poblaciones de rorcuales.
Sus propósitos no son tanto el proteger a las ballenas, sino asegurarse el futuro negocio a largo plazo, pero éste es un primer paso en la conservación de este animal.
A partir de un acuerdo hecho hace ya años, las capturas fueron disminuyendo, más que por las leyes, por la desaparición de estos animales. Solo en 1960 se mataron más de 60.000 ejemplares.
Quizás la suerte de las ballenas esté en la industria química, que va sintetizando los productos que, hasta ahora, se elaboraban a partir de las ballenas.
No fue hasta 1986 que se aprobó la prohibición internacional de comercializar los productos derivados de estos animales. Por desgracia, no todos los países aceptaron esta decisión. Noruega, Islandia, Corea y Japón han ido poniendo excusas con el fin de seguir matando ballenas. Noruega y Japón matan de 600 a 650 ballenas cada año alegando fines científicos.
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