En la Montaña

Quebrantahuesos

REINO
Animalia
subFAMILIA
Aegypiinae
FILO
Chordata
GÉNERO
Gypaetus
CLASE
Aves
ESPECIE
G. barbatus
ORDEN
Accipitriformes
nombre binomial
Gypaetus barbatus
familia
Accipitridae
   
       

El quebrantahuesos es una especie de buitre, notablemente distinta de otras aves de presa parecidas. Su nombre común «quebrantahuesos», viene de la particular técnica que tiene para ingerir el alimento.

Esta técnica consistente en la rotura de huesos grandes y caparazones, que no puede tragar, para fraccionarlos en trozos de tamaño adecuado para su ingesta, remontándolos hasta grandes alturas, para soltarlos después y comer la médula de su interior, una vez se han estrellado contra las rocas.

Todavía se distribuye ampliamente en algunas montañas de Europa, Asia, y África. La subespecie Gypaetus barbatus barbatus es la más extendida y se encuentra en las principales cordilleras de Eurasia y norte de África, ocupando algunas montañas cincurmediterráneas (Pirineos, Alpes, Balcanes, Asia Menor y Atlas), extendiéndose hacia el este por algunas montañas del suroeste de Arabia, Cáucaso, Irán, Pakistán, hasta las grandes cordilleras de Asia Central (Hindu-khus, Himalya, Pamir, Tien-Shan y Altai...).

Por otra parte, se encuentra la subespecie Gypaetus barbatus meridionalis, que se reparte por algunas montañas del sur y este de África, principalmente en Etiopía y Sudáfrica (Cordillera de Drackensberg), así como en algunos enclaves montañosos aislados de Kenia, Tanzania y Uganda.

El principal carácter diferenciador entre ambas subespecies es la ausencia de un mechón de plumas negras en la región auricular en el Gypaetus barbatus meridionalis.

La distribución del quebrantahuesos coincide en gran medida con la que tienen las diferentes especies de los géneros de Caprinae, que constituyen la base de su alimentación. En general, las mejores poblaciones de quebrantahuesos se encuentran en zonas remotas, donde no ha sido perseguido y afectado por los cebos envenenados. También es de gran importancia que las montañas mantengan poblaciones de ungulados salvajes y ganado doméstico.

La información sobre la distribución y estatus del quebrantahuesos en el mundo es básica para su conservación, siendo escasa y dispersa.

Su silueta es muy característica: alas estrechas y puntiagudas y larga cola en forma de rombo.

Los ejemplares adultos presentan dorso y alas de color negro, cabeza y vientre blancos, aunque rara vez se ven así, sino más bien de color amarillo - anaranjado debido a la costumbre que tiene de teñir su plumaje con barro.

El plumaje de los ejemplares varía de tonos pardos en época juvenil, hasta alcanzar el plumaje adulto a los 6 años, pudiendo distinguirse grupos de edad:

Juvenil (de 0 a 12 meses):

Iris marrón oscuro, coloración del plumaje oscura y uniforme, ausencia de fallos en primarias y secundarias (plumas anchas). En la espalda, triángulo blanco (escudete).

Joven (de 1 a 3 años):

Cabeza y cuello oscuros, iris amarillo, plumas de pecho y vientre moteadas y aspecto dentado de las alas, con fallos en el plumaje. Mantiene el escudete.

Subadulto (de 3 a 6 años):

Cabeza clara y plumas coberteras marrones. Desaparece el escudete.

Adulto (a partir de los 6 años de edad):

Vientre totalmente claro (blanco o naranja) y coberteras negras. Alas estrechas y puntiagudas.

La envergadura media de esta especie es de 2,5 metros, es decir, de un extremo al otro de las alas extendidas, aunque algunos ejemplares pueden rozar los 2,8. Su peso puede variar entre 4,5 y 7 kilos.

Los huesos constituyen la base de su dieta, siendo la única ave «osteófaga» (comedora de huesos) del planeta, calculando que necesita diariamente entre 250 y 500 gramos de huesos.

Las unidades reproductoras pueden estar compuestas por dos o tres adultos, en éste último caso por lo general son dos machos y una hembra, aunque de forma excepcional se han observado unidades reproductoras formadas por cuatro ejemplares.

Cada una de estas unidades reproductoras, explota una superficie de 200 a 300 km², permaneciendo ligada a su territorio de cría durante todo el año. En éste, selecciona los roquedos para nidificar, habitualmente en cuevas, aunque también aprovecha repisas extraplomadas, grietas y cornisas cubiertas, con preferencia por los sustratos calizos, que proporcionan una mayor oferta de este tipo de biotopos.

Las áreas de nidificación son defendidas territorialmente de otros congéneres adultos o preadultos, registrándose un intervalo de distancias entre nidos ocupados que oscila entre un mínimo de 3 km., y un máximo de 28 km.

El periodo de celo comienza en octubre - noviembre, y se prolonga hasta Diciembre, teniendo lugar las puestas entre los meses de diciembre y febrero, siendo ésta de uno o dos huevos. La incubación dura entre 54 y 58 días.

Se trata de una especie presente en zonas de montaña, con preferencia por aquéllas donde existen espacios abiertos y zonas con cortados y paredes escarpadas, su presencia además de estos factores físicos, está influida por la existencia de ungulados silvestres o domésticos en estos territorios.

El quebrantahuesos, en épocas pasadas, ocupaba un área de distribución mucho más amplia que la que conocemos en la actualidad.

En el mundo se considera una especie rara y en regresión, catalogada “en peligro de extinción” en toda Europa. La especie llega a esta situación debido al uso ilegal de venenos y a la persecución directa (caza, expolio de nidos, etc.), lo que ha dado lugar a que en la actualidad tan sólo se mantengan algunas poblaciones pequeñas y aisladas, siendo la población de Pirineos, la única considerada como viable en Europa.

En la Península Ibérica, la distribución actual ha quedado relegada al área pirenaica y prepirenaica (21.000 km²), donde sobrevive una población hispano-francesa cifrada, en 2002, en 126 territorios ocupados (compuesta por ejemplares reproductores y no reproductores con hábitos territoriales), de los cuales 99 se asientan en la vertiente Sur (España) y 59 de ellos en la Comunidad Autónoma de Aragón (montañas pirenaicas y prepirenaicas de Huesca y Zaragoza).

En cuanto a la población preadulta, en 2002 se estimó en unos 200 ejemplares para el conjunto de la cadena pirenaica, mediante la técnica de censos simultáneos anuales realizados a lo largo de toda la cordillera y de forma coordinada, entre todas las CCAA con presencia de la especie y Francia, en la que participan de forma activa Agentes para la Protección de la Naturaleza (APN) y técnicos del Gobierno de Aragón, junto a miembros de ONG.

Estos datos, constatan el hecho de que la población de los Pirineos constituye el núcleo de efectivos más importante del Paleártico occidental de la especie.

Los principales problemas detectados para la conservación de la especie son:

1. Alteración del hábitat, en especial grandes obras de infraestructuras y turísticas.
2. Persecución directa (caza furtiva, expolio, venenos).
3. Choque y electrocución en tendidos eléctricos.
4. Molestias indirectas (batidas de caza, fotografía de nidos, escalada, parapente, senderismo). Especialmente problemáticas son las molestias durante el periodo inicial de la reproducción, causando la pérdida de la puesta o la muerte del pollo.

 

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