REINO |
Animalia |
subFAMILIA |
Camelinae |
FILO |
Chordata |
tribu |
Lamini |
CLASE |
Mammalia |
género |
Lama |
ORDEN |
Artiodactyla |
especie |
L. glama |
familia |
Camelidae |
nombre binomial |
Lama glama |
La llama es un gran camélido originario de América del Sur. Su distribución está limitada a las altiplanicies andinas, de 2.300 a 4.000 m. de altitud, donde el clima es frío y seco, pero su área de dispersión está determinada por la actividad humana. El 70% de las llamas vive en Bolivia, pero es posible encontrarlas desde las regiones altas de Ecuador, hasta el noroeste de Argentina, con una mayor concentración en un radio de norte a sur de 350 km. alrededor del lago Titicaca, en la frontera entre Bolivia y Perú.
El término «llama» se utiliza a veces más ampliamente, para indicar cualquiera de los cuatro animales sudamericanos cercanamente emparentados, pertenecientes a la familia Camelidae: la llama, la vicuña, la alpaca y el guanaco.
Es un artiodáctilo de la familia de los camélidos, que alcanza una altura en la cruz de 109 a 119 cm., y un peso de entre 130 y 155 kg.
Toda la economía del imperio incaico dependía de la llama. Este animal, capaz de recorrer de 20 a 30 km. al día, y de transportar cargas de 50 a 60 kg., se convirtió en la bestia de carga ideal para estos países de relieve difícil.
La diferencia principal entre las llamas y los camellos, es que los camellos tienen joroba y las llamas no, y que las llamas tienen pezuñas y los camellos no. No obstante, comparten algunas características adaptativas como sus almohadillas plantares, su paso de ambladura, y su resistencia a ambientes con poco oxígeno.
Son animales domésticos.
Actualmente existen muchos rebaños (tropas) de llamas en Europa, Japón, Estados Unidos de Norteamérica y Nueva Zelanda.
Existen numerosos tipos de pelaje, dependiendo del tipo de llama y su uso. Posee callosidades en el pecho, y su color, muy variado, a menudo es muy claro y totalmente blanco, pero nunca llega a ser oscuro. El diámetro de la lana oscila entre los 20 y 80 micrómetros, dependiendo de si son productoras de fibras o de carga.
Antes de la presencia española, las llamas fueron representadas en la cerámica Mochica (200-600 d. C.), y constituyeron los únicos animales ungulados domésticos del Imperio Inca. Fueron apreciados no solamente como bestias de carga, sino también por su carne y las lanas.
Las llamas fueron utilizadas en lugar del caballo, del buey, de la cabra, y de las ovejas, todos ellos originarios del Viejo Mundo.
La lana que sale de este animal es una lana buena, de la cual se hace la vestimenta de la familia beneficiada por domesticar y cuidar al animal.
Aparte de en el Perú, también sucede lo mismo en las zonas andinas de Bolivia.
La Llama es el más grande de los cuatro camélidos sudamericanos. En realidad la llama, al igual que la alpaca, es un animal creado por la mano del hombre. Hace más de 4.500 años que se domesticó, y en la naturaleza no se conoce en estado salvaje.
El principal uso de este camélido era como animal de carga, aunque su carne, lana, cuero, y hasta excremento también se empleaban. En el presente se ha vuelto a implementar la cría de la llama, siendo el valor de su carne el mayor interés.
No se conoce demasiado bien la organización social de la llama, ya que no existen poblaciones salvajes y es difícil llevar a cabo estudios del comportamiento en los rebaños que forman parte de una ganadería intensiva. Aun así, se considera que la llama sería en otros tiempos territorial, y que viviría agrupada en harenes.
Acostumbradas a medios de altitud fríos y secos, las llamas se adaptan mal a los lugares situados fuera de su país de origen. Los numerosos intentos de introducirlas en distintos países han fracasado debido a las condiciones de humedad de los países templados y a las enfermedades; sin embargo, hoy en día es bastante habitual verlas en los zoológicos. En Estados Unidos, la población de llamas aumenta, y sus propietarios las crían para aprovechar la lana, pero también como animal de compañía. La llama es en efecto muy dócil; pero es necesario conocer sus sistemas de defensa. Uno de los más espectaculares consiste en lanzar un esputo nauseabundo y ácido compuesto por sustancias digeridas parcialmente por el estómago. El agresor, así bañado, puede aún considerar que ha tenido suerte si no le ha entrado nada en los ojos, ya que la naturaleza ácida de este compuesto, lo convierte en peligroso para el ojo humano.
En lo que refiere a su alimentación, la especie muestra preferencia por los pastos más bien secos de las laderas montañosas, y por las partes gruesas de las plantas. La llama posee el área más extensa (dentro de los camélidos americanos) después del guanaco, lo que sin duda se debe a la austeridad de su alimentación.
La llama es un animal influyente en las comunidades de vida de altura, principalmente por el efecto de sus excrementos, que favorecen el crecimiento de plantas nitrófilas, vale decir, aquéllas que se multiplican en los suelos con exceso de amoníaco y nitrato. Las deposiciones, además de servir de abono, se utilizan también, en las zonas donde escasea la madera, como combustible.
Agosto y setiembre son los meses de celo, y entonces los machos luchan por lograr la supremacía en la dirección del hato o por la posesión de varias hembras. Entre 348 y 368 días después de la cópula, nace un solo hijo. Al nacer, la cría pesa entre 8 y 16 kg.
Los europeos del siglo XVI la encontraron, ya domesticada, como medio de transporte de los nativos para llevar los lingotes de plata de Potosí, donde se usaban hasta 300.000 animales. La utilización de las llamas como bestia de carga también hizo posibles las transacciones comerciales, la expansión militar, la construcción de templos y la explotación de minas de oro y de plata.
La llama era también el símbolo del poder soberano. El Inca recibía como regalo la napa, una llama blanca recubierta de una prenda escarlata, y adornada con zarcillos de oro y un collar de conchas rojas. Con motivo de las cuatro grandes fiestas incaicas, que se celebraban en los solsticios y los equinoccios, miles de llamas blancas eran sacrificadas al dios Sol. Una característica significativa de la importancia de la llama para esta civilización, consiste en que los límites del imperio coincidían con los límites de la extensión de las llamas.
Progresivamente, el desarrollo de las infraestructuras viarias y ferroviarias, destituyó a la llama de sus funciones. Aun así, las dos especies domésticas (la alpaca y la llama), siguen desempeñando un papel importante en la economía de subsistencia de los pueblos remotos de los Andes. En estas zonas, se crían por la lana, la carne y la piel.
Se han descrito dos razas de llama: la chaku, la más corriente, con la lana bastante larga, y la ccara, de pelaje muy corto.
Los cruces entre llama y vicuña efectuados en el sur de Perú, han producido híbridos con el tamaño de la llama o de la alpaca, y el color rojizo de la vicuña. También se puede cruzar con el guanaco y producir híbridos fértiles llamados guacollamas.
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