En la Sabana

Canguro Rojo

REINO
Animalia
FAMILIA
Macropodidae
FILO
Chordata
GÉNERO
Macropus
clase
Mammalia
ESPECIE
M. rufus
infraclase
Marsupialia
NOMBRE BINOMIAL
Macropus rufus
ORDEN
Diprotodontia
   
       

Igual que otros mamíferos –a excepción de los monotremas- los marsupiales dan a luz crías vivas y poseen pezones para amamantarlas, pero se diferencian de los demás animales vivíparos (en conjunto descritos como mamíferos placentarios), en que el embrión nace en una etapa muy temprana de su desarrollo y el recién nacido es alimentado con leche y no por la placenta.

El de los marsupiales es un orden muy diverso y comprende, entre otros, a canguros, zarigüeyas y bandicuts. Al no existir especies que compitan con ellos, los marsupiales  australianos se han diversificado y convertido en devoradores de insectos especializados, carnívoros y herbívoros.

Tienen patas traseras largas y hocico alargado; ojos pequeños y orejas grandes. Poseen un rango de visión de aproximadamente 300 grados debido a la posición de sus ojos. Las hembras poseen un canal reproductor doble, único, y en los machos, el pene es como un tenedor. Los testículos están contenidos en un escroto pendular con un tallo largo y delgado, que se balancea delante del pene.

Aparte de su sistema reproductor diferenciado, estos animales también difieren de los mamíferos placentarios porque su cerebro es algo más pequeño y carece del cuerpo calloso (canal nervioso que conecta los dos hemisferios). Presentan una característica denominada «sindactilia», que consiste en que el segundo y tercer dedo de las patas traseras se encuentran unidos para formar uno solo, de dos garras.

Las crías de los  marsupiales nacen casi en estado de embrión, después de un periodo de gestación muy corto (33 días). El recién nacido trepa hasta el marsupio de la madre y se agarra a uno de los pezones. La cría del canguro pasa 190 días dentro de la bolsa de su madre, antes de hacer su primera incursión al exterior. Se independiza al cumplir un año.

La hembra puede aparearse de nuevo mientras está preñada; sin embargo, el nuevo embrión permanecerá «dormido» hasta que la cría anterior abandone la bolsa.

El  canguro rojo es el más grande de los marsupiales vivientes. Se encuentra en gran parte de Australia, donde la mayoría vive en las tierras boscosas de la sabana abierta.

Por lo general, los machos –que pueden llegar a pesar más del doble que las hembras- presentan una coloración anaranjada, mientras que las hembras son de color gris azulado, aunque la coloración varía. Tienen brazos cortos y patas traseras grandes. Cola muy larga y robusta. Alcanzan una longitud de 1-1,6m; la cola mide entre 75 y 120 cm, y su peso oscila entre los 25 y los 90 kg.

Su población varía enormemente de un año para otro. Cuando la lluvia es abundante, las poblaciones pueden alcanzar hasta los 12 millones de ejemplares, mientras que en tiempo de sequía, la población puede verse reducida hasta los 5 millones. Las hembras conciben sólo si ha llovido lo suficiente para que haya mucha vegetación verde. Durante sequías prolongadas, los machos dejan de producir esperma.

Los canguros rojos tienen el sentido del olfato muy desarrollado, y lo usan para detectar el agua. Si ésta es escasa, emigrarán hasta 200 km desde su lugar de pastoreo para encontrarla.

Se alimentan generalmente de noche y comen suculentos brotes de pasto, hierbas y hojas. Viven en grupos de 2 a 10 individuos, aunque en época de sequía se pueden reunir hasta 1.500 alrededor de una fuente de agua. El macho dominante del grupo se aparea con varias hembras.

El macho dominante de un grupo de canguros rojos luchará para defender su supremacía ante cualquier desafío por parte de otros machos. Si alguno de un grupo espía avista a un depredador potencial, advertirá al resto con un golpe de su pata o de la cola contra el suelo; el grupo entonces huirá, y si puede, se refugiará en el agua.

Cuando juegan o pelean entre ellos, los canguros pueden pararse y hacer ejercicios de boxeo, pero su defensa habitual son las fuertes patadas. Al huir del peligro, el canguro rojo salta sobre sus patas traseras. Puede alcanzar una velocidad de 50 km/hora en poco tiempo. Suele permanecer en posición bípeda, con la cola como un tercer punto de apoyo. Los canguros rojos no pueden desplazarse caminando, y deben moverse a saltos. En posición cuadrúpeda deben avanzar con las dos patas traseras a la vez. Los saltos del canguro rojo pueden alcanzar los 3 m de altura y 10 de largo.

Esta especie por lo general ramonea y pasta con la cabeza baja, pero permanece alerta, mirando y escuchando atentamente a los depredadores. Su aguda visión le permite distinguir un dingo a 350 metros, y sus orejas largas son muy sensibles.

Son básicamente conocidos como animales nocturnos, cuyo hecho les permite soportar el calor en momentos sofocantes. Para ello descansan a la sombra de árboles o arbustos y, en ocasiones, excavan un agujero poco profundo en el que se acuestan. Para refrescarse cuando la temperatura es elevada, el canguro se lame los antebrazos, carentes de pelo, donde se encuentran los vasos sanguíneos superficiales. Para perder temperatura corporal también jadean.

El canguro rojo es considerado una plaga en su Australia natal y se le caza para obtener la carne y el cuero. Aparte de los seres humanos y, en ocasiones del águila audaz, su único depredador es el dingo. Aunque su principal defensa es la huida, puede propinar fuertes patadas o garrotazos.

 

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