A pesar de no poder comunicarse verbalmente con nosotros, los perros muestran signos externos de buena salud o enfermedad. Es importante conocerlos para poder identificar síntomas preocupantes tan pronto como aparezcan.
En Addanca podrás aprender más sobre los cuidados que tu compañero necesita para mantenerse en buena forma el mayor tiempo posible.
¿Cuáles son los signos de buena salud en los perros?
1. El perro debe tener los oídos limpios
El interior de las orejas de un perro sano debe ser de color rosa pálido, estar limpio y con poca cera. Si bien la cera ayuda a equilibrar el canal auditivo debido a sus propiedades bacteriostáticas y fungicidas (suspende el crecimiento de bacterias y hongos), puede que, en grandes cantidades, revele una infección de oído, siendo la otitis la más común.
Ciertos comportamientos también deberían alertarnos: por ejemplo, si el perro mantiene la cabeza inclinada o a menudo se rasca la oreja. Las infecciones de oído en perros tienen una prevalencia de entorno al 15-20%, lo que exige aumentar la vigilancia. Algunas razas son más propensas a estas afecciones, como los Cockers debido a sus orejas caídas, o los Caniches, debido a la presencia de pelo en los oídos. Por lo tanto, es importante controlar regularmente el estado de las orejas del perro y limpiarlas suavemente si fuera necesario con un producto especialmente adaptado.
2. El perro debe tener los ojos claros y brillantes
Los ojos del perro dicen mucho sobre su estado de salud porque están conectados a sistemas vasculares y nerviosos.
El examen de la vista puede revelar signos de infecciones bacterianas o virales, como cáncer, hipertensión o diabetes.
Con buena salud, el perro tiene los ojos claros y brillantes, y produce pequeñas secreciones lagrimales o moco. Es probable que una acumulación anormal de humor acuoso en el ojo cause glaucoma (aumento de la presión intraocular) que, diagnosticado tarde, puede causar la ceguera del perro. Por lo tanto, es esencial mantenernos atentos a las posibles manifestaciones de una afección. Cabe señalar que las razas con ojos globulares, como el Carlino o el Boston Terrier, son más propensas a las infecciones oculares. El blanco de los ojos nunca debe estar teñido de amarillo o rojo.
3. El perro debe tener una piel suave y un pelaje sedoso
Un perro sano tiene un pelaje brillante, sin caspa ni zonas dispersas, sin grasa, ni garrapatas o pulgas. Su piel también debe ser suave y flexible, sin costras ni enrojecimiento. Ten en cuenta que una condición en el pelaje del perro, puede tener repercusiones en la piel, y viceversa.
Los perros con muchos pliegues, como el Shar Pei, son más susceptibles que otras razas de padecer problemas dermatológicos.
El cepillado regular estimula la circulación sanguínea del perro, elimina el pelo muerto y ayuda a la piel, reduciendo el riesgo de enfermedades de la piel. Los champús también pueden estar indicados, pero sin abusar, a riesgo de atacar la piel y el pelaje.
4. El perro debe tener una temperatura corporal normal
La temperatura corporal normal de un perro varía entre los 38 y los 39,2°C. Aunque pueden darse ligeras variaciones dependiendo de la actividad del perro o su entorno, un aumento o disminución en relación a este intervalo, puede revelar un problema de salud, que se confirmará por el estado general del perro. En caso de duda, la temperatura del perro se puede leer fácilmente por vía rectal con un termómetro electrónico. Si bien tomar la temperatura en la frente o las orejas es más sencillo, los resultados son menos fiables.
5. El perro debe tener un peso normal
Mantener un peso normal en los perros en relación con su tamaño es tan importante como en los humanos. Es tan dañino para un perro estar demasiado delgado, como tener sobrepeso.
Se calcula que un perro es obeso cuando su peso excede el 15% del peso ideal. La obesidad en perros está causada principalmente por comer demasiado. Como cuidadores, a menudo subestimamos este problema y los efectos adversos sobre la salud y la vida de nuestros amigos. La obesidad en perros puede conducir a muchos trastornos y enfermedades, como diabetes, hipertensión, problemas respiratorios o urinarios, etc.
6. El perro debe tener una buena higiene dental
Las encías de un perro sano deben ser rosadas y sin enrojecimiento, aunque pueden tener manchas negras o grises. El perro no debe tener dientes escamosos o mal aliento.
El mantenimiento de una buena higiene dental es muy importante. La enfermedad periodontal es la enfermedad dental más común en perros. Primero se caracteriza por el mal aliento y luego por signos de inflamación de las encías. Si no se trata, esta condición puede provocar la pérdida de dientes y dificultad para comer. El simple hecho de masticar puede ayudar al perro a mantener una buena higiene dental. En este sentido, las golosinas diarias diseñadas para prevenir la placa y el sarro, han demostrado su eficacia.
7. El perro debe tener un comportamiento habitual
El conocimiento que tenemos de nuestra mascota nos da pistas sobre su estado de salud, porque un perro cuyo comportamiento cambia de la noche a la mañana, llama inmediatamente nuestra atención.
Generalmente son animales llenos de vitalidad que se sienten felices ante la idea de salir a pasear. Un perro que de repente pierde o gana apetito o que carece de ánimo, probablemente sienta molestias en alguna parte. Debemos permanecer atentos a estas señales.
8. ¿Qué hay de la trufa del perro?
Es común pensar que una trufa fresca y húmeda es señal de buena salud en los perros. Por el contrario, un perro cuya trufa está caliente y seca, estaría enfermo.
De hecho, la humedad de la trufa proviene de un moco que ayuda al perro a percibir mejor los olores que le rodean. Si bien es cierto que algunas enfermedades pueden causar deshidratación, que provocaría que la trufa se seque, no necesariamente significa que un perro con la trufa seca esté enfermo, ni que un perro con la trufa húmeda no lo esté.
La temperatura y la humedad de la trufa del perro no son, por lo tanto, los únicos elementos que nos permiten determinar su estado de salud. Sin embargo, no es normal que el hocico tenga grietas, o que la secreción nasal sea gruesa, abundante y amarillenta. En estos casos, es mejor consultar al veterinario.