Hábitats

En el Desierto

La palabra «desierto» significaría lugar desprovisto de vida, circunstancia que no se da en absoluto en los lugares que designamos como tales. La vida adopta formas distintas, o se presenta como extraordinarias adaptaciones que permiten subsistir en un medio cuya principal característica es la ausencia o la notable escasez de agua.

En geografía se define como  DESIERTO  a un área de la superficie terrestre total o casi totalmente deshabitada, en la cual las precipitaciones casi nunca superan los 100 milímetros al año (que caen de forma irregular, a menudo cada cierto número de años), y el terreno es árido. En nuestro planeta, los desiertos ocupan casi el 30% de las tierras emergidas, y básicamente se extienden a ambos lados de la línea ecuatorial, a la altura de los trópicos. En algunos puntos del desierto pueden aparecer islas de vegetación exuberante gracias a las aguas freáticas; constituyen lo que denominamos «oasis».

El ecosistema del desierto, que se encuentra en perfecto equilibrio, no debe confundirse con las regiones desertizadas, resultantes de la destrucción de un ecosistema previo. En estos casos, la acción humana ha favorecido un proceso de erosión acelerado, pero ni la fauna ni la flora presentes están adaptadas a las nuevas condiciones.

Los desiertos son lugares de extremos. Además de ser secos, experimentan una luz solar intensa y un rango de temperatura diaria mayor que el de cualquier otro hábitat terrestre. La lluvia, cuando cae, lo hace generalmente en aguaceros breves, pero torrenciales, en tanto que los vientos fuertes levantan arena y granos, transportados casi horizontalmente por el aire.

Si bien no existen dos desiertos idénticos, el verdadero desierto casi siempre se define como uno que tiene menos de 15 cm (6’’) de lluvia al año. El semidesierto tiene más lluvia, hasta 40 cm (16’’) al año, que cae por lo general durante la estación húmeda o primavera (relativamente corta), seguida de meses de sequía.

La mayor parte del desierto verdadero del planeta se encuentra en dos regiones, casi como montadas sobre cada una de los trópicos, donde zonas de alta presión atmosférica persisten durante meses, con lo que impiden que el aire de baja presión produzca lluvia. Se forma igualmente desierto donde las montañas bloquean los vientos que traen lluvias y las corrientes costeras frías enfrían el aire, de manera que éste lleva muy poca humedad al interior.

En el desierto verdadero, la cantidad de lluvia es tan pequeña y tan impredecible, que muy pocas plantas sobreviven, y las que lo hacen –como los cactus y otras suculentas- son muy eficientes recolectando y conservando la escasa cantidad de agua que la naturaleza proporciona. Poseen una extensa red de raíces poco profundas, que drenan el suelo circundante de tal forma que, a menudo, no puede crecer nada en sus proximidades.

Para los animales, este medio ambiente árido crea algunos efectos interesantes. Con tan pocas plantas, hay poco suelo, lo cual limita gravemente  la vida de invertebrados. La mayoría de los animales pequeños, como insectos, se encuentran en las plantas mismas o en los desechos que se acumulan inmediatamente debajo de ellas. Los animales más grandes, como los reptiles y roedores, se aventuran lejos de estos focos de verdor, pero incluso ellos deben tener cuidado en evitar el calor del día.

La falta de vegetación significa que la mayor parte de la tierra se halla expuesta. El suelo desnudo absorbe el calor muy rápidamente cuando sale el sol, y lo vuelve a irradiar una vez que éste se pone. El aire seco acentúa este efecto, lo que permite que las temperaturas de la superficie, durante el día, se eleven a más de 70º C. A raíz de este hecho, la mayoría de los animales que viven en el desierto verdadero entran en actividad después de oscurecer. Durante el día, se esconden y dejan pocos rastros de ellos aparte de sus huellas.

Un desierto es un ecosistema que recibe pocas precipitaciones. Tienen reputación de tener poca vida, pero eso depende de la clase de desierto; en muchos existe vida abundante, la vegetación se adapta a la poca humedad y la fauna se esconde durante el día para preservar la humedad, lo que significa que un ecosistema desértico hace casi insustentable el establecimiento de grupos sociales.

Los desiertos forman la zona emergida más extensa del planeta: su superficie total es de 50 millones de kilómetros cuadrados, aproximadamente un tercio de la superficie terrestre. Esto es el 30% de las tierras emergidas, (16% desiertos cálidos y 14% desiertos fríos).

Los desiertos tienen algunas características en común. El suelo del desierto está compuesto a menudo de arena, y puede haber dunas. Terreno rocoso es típico (a un desierto cuyo suelo es de rocas o guijarros se le denomina con la palabra árabe hamada), y refleja el bajo grado de desarrollo del suelo, y la escasez de vegetación. Las tierras bajas pueden ser salares. Procesos eólicos son factores importantes en la formación del paisaje.

Los desiertos pueden contener valiosos depósitos minerales que fueron formados en el ambiente árido, o fueron expuestos por la erosión. Debido a la sequedad de los desiertos, son lugares ideales para la preservación de artefactos humanos y fósiles.

Alternativamente, también se define el desierto como un lugar despoblado, no habitado por humanos ni apenas por ser vivo alguno. Según esta definición, también son desiertos otros climas más fríos, como el ártico o la tundra.

SEMIDESIERTO

Comparado con el desierto verdadero, el semidesierto es más extenso y también mucho más productivo desde el punto de vista biológico. Se encuentra en cualquier continente e incluye algunas regiones muy lejos de los trópicos.

La lluvia modesta, pero segura, que recibe el semidesierto tiene un efecto importante en el paisaje y los tipos de animales que puede sustentar. A menudo, las plantas crecen con profusión y crean espesuras enmarañadas de vegetación que proporcionan una abundante cobertura. Existen, además, especies arboladas que almacenan la mayor parte del agua en raíces subterráneas. En cambio, las suculentas, carnosas, la almacenan sobre el nivel del suelo, en sus tallos y hojas. La mayoría de estas especies del desierto están bien protegidas de los comedores de plantas; los cactus, por ejemplo, poseen espinas muy afiladas, en tanto que las lechetreznas exudan una savia lechosa venenosa cuando son dañadas, pero para los animales que pueden vencer estas defensas, constituyen una fuente importante de alimento.

El semidesierto tiene también plantas conocidas como «efímeras del desierto», que brotan rápidamente después de la lluvia, florecen, dan semilla y luego mueren. Este ciclo de vida corto produce «carne fresca» extra para los animales, y se suma a las existencias de semillas esparcidas sobre el suelo del desierto.

Si bien algunos semidesiertos son cálidos o calurosos durante todo el año, otros son sorprendentemente fríos en invierno. En los desiertos de Asia Central, y en partes del norte de la Gran Cuenca de Estados Unidos, esto es, la región desértica entre las Montañas Rocosas y la cordillera de la costa más al este, las temperaturas pueden descender a -30º C. En estas áreas, los animales precisan protección contra el frío del invierno y el calor del verano; los animales pequeños, como los insectos, se vuelven inactivos durante el invierno, y muchos mamíferos que viven en madrigueras, hibernan en ellas hasta la primavera.

CLIMAS DESÉRTICOS

Los desiertos están distribuidos entre distintas zonas:

Zonas semiáridas: tienen una media de precipitaciones de 200 a 500 mm anuales. Suelen estar situadas en los bordes de los desiertos y abarcan alrededor del 15% de la superficie de tierra del planeta.

Zonas áridas: son precipitaciones anuales de 25 a 200 mm y abarcan el 16% de la superficie de tierra del planeta.

Zonas hiperáridas: son tan secas que a veces no llueve durante años. Estos abarcan el 4% de la superficie terrestre.

Gran parte de los desiertos del mundo se ubican en zonas caracterizadas por las altas presiones constantes, condición que no favorece la lluvia. Gran parte de ellos se deben a su continentalidad, es decir, su distancia del mar: por ejemplo, el de Gobi y los demás del Asia Central. No llegan hasta ellos los vientos húmedos que provienen de los océanos.

Los desiertos de las costas occidentales del sur de África y de América del sur, se ven afectados por la presencia de corrientes oceánicas frías que provocan deshumectación en la atmósfera.

Existen diferentes formas de desiertos. Los desiertos fríos pueden estar cubiertos de nieve; estos lugares no reciben mucha lluvia, y la que cae permanece congelada como nieve compacta. Estas áreas se llaman comúnmente tundra, cuando en ellas existe una corta estación con temperaturas por encima de los cero grados, favoreciendo el florecimiento de algún tipo de vegetación en ese periodo; o regiones polares, si la temperatura permanece bajo el punto de congelación durante todo el año, dejando el suelo prácticamente sin formas de vida.

La mayoría de los desiertos no-polares se forman porque reciben poquísima agua. El agua tiende a refrescar, o por lo menos a moderar, los efectos del clima en el que es abundante. En algunas partes del mundo, los desiertos surgen debido a la existencia de barreras a la lluvia, cuando las masas de aire descargan la mayor parte de su humedad sobre una cadena de montañas; otras áreas son áridas porque están muy distantes de fuentes de humedad.

Los desiertos también se clasifican por su localización geográfica y patrón climático predominante, como vientos alisios, latitudes medias, barreras anti-lluvias, costeros, de monzón, y polares. Algunas áreas desérticas antiguas presentes en regiones no-áridas, forman los llamados paleodesiertos.

Desiertos en regiones de vientos alisios

Los vientos alisios tienen lugar en dos franjas del globo divididas por la línea del Ecuador, y se forman por el calentamiento del aire en a la región ecuatorial. Estos vientos secos disipan la cobertura de nubes, permitiendo que se caliente más el suelo por la luz del sol. La mayoría de los grandes desiertos de la tierra está en regiones cruzadas por vientos alisios. El mayor desierto de nuestro planeta, el Sáhara, al norte de África, que en ocasiones experimenta temperaturas de más de 57° C, es un desierto de vientos alisios.

Desiertos de latitudes medias

Los desiertos de latitudes medias se localizan entre los paralelos 30° y 50° N y también en la misma franja en el hemisferio sur, en zonas subtropicales de alta presión atmosférica. Estos desiertos están en cuencas de drenaje apartadas de los océanos y tienen grandes variaciones de temperaturas anuales. El desierto de Sonora, en el suroeste de América del norte, es un típico desierto de latitud media. El desierto de Tengger, en China, es otro ejemplo.

Desiertos debidos a barreras al aire húmedo

Los desiertos de este tipo se forman debido a grandes barreras montañosas que impiden la llegada de nubes húmedas en las áreas a sotavento (o sea, protegidas del viento, que trae la humedad). A medida en que el aire sube por la montaña, el agua se precipita y el aire pierde su contenido húmedo. Así, se forma un desierto en el lado opuesto. El desierto de Judea en Israel y Palestina, y el de Cuyo en Argentina, son un ejemplo.

Desiertos costeros

Los desiertos costeros se localizan generalmente en los bordes occidentales de continentes próximos a los Trópicos de Cáncer y de Capricornio. Están influidos por corrientes oceánicas costeras frías, que discurren paralelas a la costa. Debido a los sistemas de viento locales que dominan los vientos alisios, estos desiertos son menos estables.

Durante el invierno, la niebla, producida por corrientes frías ascendentes, cubre frecuentemente los desiertos costeros con un manto blanco que bloquea la radiación solar. Los desiertos costeros son relativamente complejos, pues son el producto de sistemas terrestres, oceánicos y atmosféricos. Un desierto costero, el de Atacama, en Chile, es el más seco del planeta. En él, una lluvia posible de ser medida —es decir, de 1 mm o más— puede tener lugar una vez cada 5, 20 o hasta cada 400 años. Esto se debe a que se encuentra la corriente marina fría «Humboldt» (procedente de la Antártida), con la corriente marina cálida «Ecuatorial sur» (procedente del ecuador). Al encontrarse, la humedad se condensa, llueve en el océano, y llegan pocas precipitaciones a esta zona, convirtiéndose ésta en árida y deshabitada, lo que la conduce a ser desértica.

Desiertos de monzón

Monzón, derivada de una palabra árabe que significa «estación climática». Se refiere a un sistema de vientos con una acentuada reversión azonal. Las monzones se desarrollan en respuesta a variaciones de temperatura entre los continentes y los océanos. Los vientos alisios del sur del Océano Índico, por ejemplo, despejan las lluvias en la India a lo que lleguen a la costa. Conforme el monzón cruza la India de sureste a noroeste, por el llamado «Talweg del Monzón» (aproximadamente el valle del río Ganges) y choca contra las elevadas montañas del Himalaya, pierde su humedad en copiosísimas lluvias y nevadas, hasta el punto que en el lado oriental de la cadena montañosa Aravalli, el viento ya es seco. Los desiertos del Rajastán y Cholistán, al noroeste de la India, y el desierto de Thar entre Pakistán y la India, son parte de una región de desierto de monzón al oeste de la cadena montañosa.

Desiertos fríos

Los desiertos polares son áreas con una precipitación anual superior a 250 mm, y una temperatura media del mes más cálido del año inferior a 10° C. Los desiertos polares del planeta cubren casi 90 millones de km² y son principalmente lechos de roca o llanuras de grava. Las dunas de arena no son típicas de estos desiertos, sin embargo, las dunas de nieve (sastruguis) se forman comúnmente en áreas donde la precipitación local es más abundante. Los cambios de temperatura en los desiertos polares frecuentemente sobrepasan el punto de congelación del agua. Esta alternancia hielo-deshielo deja marcas características en el suelo, que llegan a medio metro de diámetro. Ejemplos de desiertos fríos son el de Gobi, en Mongolia y China, el del Tíbet, el de la Gran Cuenca Nevada, el de la Puna y el Desierto Altoandino.

Desiertos polares

Se caracterizan por dos factores desertizantes: las altas presiones atmosféricas (presencia constante de anticiclón) y, especialmente, el bajo o nulo índice de precipitaciones al año, ya que al estar la temperatura constantemente bajo 0° C, el agua se encuentra naturalmente en estado sólido (salvo raras excepciones). El mayor de estos desiertos polares es también nival, y se ubica en las áreas interiores de la Antártida (pese a ello, la percepción usual es la de que no se trata de un desierto, ya que en tal región el agua abunda, pero en forma de hielo, sin poder sustentar vida orgánica superior). Similar, aunque menos extenso, es el desierto correlativo al Inlandsis del centro de Groenlandia.

Paleodesiertos (desiertos «fósiles»)

Las investigaciones en mares de arena (vastas regiones de dunas) antiguos, cambios en cuencas pantanosas, análisis arqueológicos y de vegetación, indican que las condiciones climáticas cambiaron considerablemente en grandes áreas del planeta en un pasado geológico reciente.

Durante los últimos 12.500 años, por ejemplo, partes de algunos desiertos ya eran muy áridas. Cerca de un 10% del terreno situado entre la latitud 30° N y 30° S, está hoy cubierta por desiertos. Sin embargo, hace 18.000 años, los desiertos (que formaban dos inmensos cinturones), ocupaban sólo un 50% de esta área. Tal y como ocurre hoy, las selvas tropicales y las sabanas, ocupaban la zona entre estas dos franjas.

Se han encontrado sedimentos fósiles de desiertos de hasta 500 millones de años de antigüedad en muchas partes del globo. Los patrones de sedimentos dunares se encontraron en áreas que hoy no son desérticas. Esas mismas áreas reciben hoy entre 80 y 150 mm de lluvia por año. Algunas antiguas regiones dunares están ocupadas en la actualidad por selvas tropicales húmedas.

Las montañas de arena denominadas «Sand Hills» (colinas de arena) son un campo de dunas inactivo de 57.000 km² en el centro de Nebraska. El mayor mar de arena del hemisferio occidental está hoy estabilizado por la vegetación, y recibe cerca de 500 mm de lluvia anuales. Las dunas de Sand Hills llegan a los 120 m de altura. El desierto del Kalahari también es un paleodesierto.

LOS 10 DESIERTOS MÁS GRANDES DEL PLANETA (no se incluyen los desiertos polares)

1. Desierto del Sahara, África del norte.

El Sahara es el desierto más grande del mundo. Con más de 9.100.000 km², cubre la mayor parte del norte de África, por lo que es casi tan grande como los Estados Unidos o el continente europeo. El desierto se extiende desde el Mar Rojo, incluyendo partes de las costas mediterráneas, en el límite del Océano Atlántico. Hacia el sur, está delimitado por el Sahel: un cinturón de sabana tropical semiárida que comprende la región norte del centro y oeste del África subsahariana.

2. El Desierto Árabe, Península Arábiga.

Cubre una extensión de cerca de 1.300.000 km², ocupando casi la totalidad del istmo. Se sitúa en su mayor parte dentro de Arabia Saudita, y otras grandes zonas yacen hacia el interior de Jordania, Irak, Catar, Baréin, Kuwait, Omán, Yemen y los Emiratos Árabes Unidos. Su relieve se ve alterado por una serie de cadenas montañosas, con elevaciones de hasta 3.700 m, que limitan en tres laderas con prominentes acantilados. Por lo menos un tercio del desierto está cubierto por arenas, como los arenales del Rub al-Jali, que se considera tienen uno de los más inhóspitos climas del planeta.

3. Desierto de Gobi, Mongolia/China, N.E.

Gobi es una gran región desértica en Asia. Cubre partes del norte y noroeste de China y el sur de Mongolia. Las cuencas del desierto de Gobi están delimitadas por las montañas de Altai y las praderas y estepas de Mongolia por el norte, por el Corredor Hexi y meseta del Tíbet en el suroeste, y por la llanura del norte de China hacia el sureste. En 2007 comprendía un arco con una superficie de 1.295.000 km². Gran parte del Gobi no es de arena, sino de roca desnuda expuesta.

4. Desierto del Kalahari, sur de África.

El desierto de Kalahari es un gran arenal árido y semiárido al sur de África. Se extiende 900.000 km². Abarca gran parte de Botswana y partes de Namibia y Sudáfrica. El desierto de Kalahari es la parte meridional de África, y la geografía está compuesta por una porción de desierto y una meseta. El Kalahari es compatible con algunos animales y plantas, pues la mayor parte no es verdadero desierto. Se concentran pequeñas cantidades de agua de lluvia y la temperatura en verano es muy elevada.

5. Desierto de la Patagonia, Argentina.

También es conocido como «la estepa patagónica». Es el desierto más grande de los Estados Unidos, ocupando 673.000 km². Se encuentra principalmente en Argentina, con pequeñas parcelas en Chile. Está delimitado por la cordillera de los Andes al oeste, y el Océano Atlántico al este, en la región de la Patagonia, sur de Argentina.

6. La Gran Cuenca (en inglés Great Basin), Norteamérica.

Es una extensa región muy árida del oeste de los Estados Unidos, localizada entre la Sierra Nevada, al oeste, y la cordillera Wasatch (un ramal de las Montañas Rocosas), al este. La región está formada por altiplanicies desérticas de clima muy continental. La Gran Cuenca tiene varias cordilleras menores paralelas que corren en dirección N-S y entre ellas hay bastantes salares y lagos salados someros muy alcalinos; el clima es muy seco y continental. Geológicamente, la región se extiende incluyendo el desierto de Mojave y el desierto de Sonora.

La Gran Cuenca comprende unos 520.000 km² de mesetas intermontañas y, desde el punto de visto hidrográfico, no es una única cuenca, sino más bien una serie de cuencas hidrográficas contiguas, limitadas por otras cuencas.

7. Gran desierto de Victoria, Australia.

Es una eco región inhóspita, árida y escasamente poblada del sur de Australia. Se localiza entre los estados de Australia meridional y Australia occidental. Presenta gran cantidad de pequeñas dunas de arena, extensas praderas y lagos de agua salada. Se extiende a lo largo de 700 km de anchura (de este a oeste) y una superficie de 424.400 km². Limita al oeste con la eco región de arbustos de Australia occidental, al noroeste con el Pequeño Desierto Arenoso, al norte con el desierto de Gibson y las praderas desérticas Centrales de arbustos, al este con el desierto pedregosos de Sturt y el desierto de Tirari, y al sur con la llanura de Nullarbor, que lo separa del Océano Antártico.

8. Gran desierto de Arena, Australia.

Ocupa una superficie de 360.000 km² en el noroeste de Australia. Aproximadamente del mismo tamaño que Japón, forma parte de una zona desértica más grande, conocida como el Desierto Occidental. La vasta región de Australia occidental está escasamente poblada, sin asentamientos importantes. Es un área plana entre las gamas rocosas de la región de Pilbara y el Kimberley. Hacia el sureste se encuentra el Desierto de Gibson, y al este se encuentra el desierto de Tanami.

9. Desierto de Kara-Kum, Uzbekistán/Turkmenistán.

El desierto de Kara-kum, también denominado «Gum Gara», es un desierto de Asia Central. Ocupa alrededor del 70%, o 284.900 km², de la zona de Turkmenistán. Consiste en su mayoría en grandes extensiones de arcilla y dunas onduladas; en general el suelo carece de vegetación. Ciertas especies de arbustos esteparios y algunas variedades de plantas con flores se desarrollan en áreas limitadas de la región, principalmente al sureste.

10. Desierto de Chihuahua, México.

Se extiende a ambos lados de la frontera de México-Estados Unidos, en la parte central y norte de la meseta mexicana; limita al oeste con la extensa cordillera de Sierra Madre Occidental, y la superposición de partes del norte de la cordillera oriental, la Sierra Madre Oriental. Por el lado de EE.UU. ocupa los valles y cuencas del centro y el sur de Nuevo México, Texas, al oeste del río Pecos y el sureste de Arizona, al sur de la frontera, que cubre la mitad norte del estado mexicano de Chihuahua, la mayor parte de Coahuila, norte-porción al este de Durango, extremo norte de Zacatecas y pequeñas porciones occidentales de Nuevo León. Tiene una superficie de unos 140.000 km².

 

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